San Francisco deberá completar la tarea de llegar al Super Bowl este domingo en el Levi’s Stadium ante unos Lions que tienen un hambre insaciable de hacer historia.
El equipo de Detroit viene de realizar una hazaña tras otra, consiguió el campeonato de la división por primera vez en su historia, y luego obtuvo su victoria en postemporada tras 32 años de sequía.
Hoy están a un triunfo de alcanzar su primer bowl y finalmente, salir de aquella lista de franquicias que jamás han llegado al partido más importante del año.
Los Lions están armados de juventud e ímpetu, con novatos como el ala cerrada Sam Laporta y el corredor Jahmyr Gibbs, y el mandato de Dan Campbell, el entrenador que le ha cambiado la cara a la franquicia y está nominado al coach del año.
Los 49ers quieren quitarse la espina que sigue clavada desde hace dos años, cuando fueron eliminados en la misma instancia ante Eagles y Rams.
Primero, Jimmy Garoppolo sucumbió a la defensiva de los Rams y en la última serie ofensiva, víctima de la presión de Aaron Donald, el pasador lanzó el balón y fue interceptado por Travian Howard.
Al año siguiente, regresaron al juego de campeonato, pero su aspiración terminó en pesadilla, sobre todo para Brock Purdy, quien salió lesionado ante unos Eagles que masacraron 31-7 al equipo de Kyle Shanahan.
En el vestidor de los Niners hay incertidumbre sobre la lesión en el hombro del receptor Deebo Samuel, uno de los jugadores clave en el esquema ofensivo y cuya ausencia pesó en la ronda divisional ante los Green Bay Packers.
Por su parte, tanto Brock Purdy como Christian McCaffrey están listos para brillar, cargan con el entusiasmo de llegar a su primer Super Bowl, y la motivación de que ambos están nominados al MVP de la temporada. Este partido será clave para inclinar la balanza a su favor.