A los Pumas se les acabó el margen de error. Si quieren evitar la tragedia de quedar fuera de zona de repechaje por segundo torneo consecutivo, están obligados a ganar frente al Atlético de San Luis esta tarde en el estadio Olímpico Universitario.
“La presión la tenemos desde siempre. Nosotros sabemos que venimos del torneo pasado de pasarla muy mal. Este torneo dimos pasos importantes al inicio y luego nos quedamos. Vamos a tratar de hacernos fuertes de locales y mostrar nuestra mejor versión. Es matar o morir, aunque suene extremista” declaró en la semana el capitán Nicolás Freire.
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De las cuatro finales que le quedan al equipo hoy dirigido por Antonio Mohamed, la primera contra los potosinos es “la más sencilla”, ya que los tres partidos restantes son contra equipos que integran los primeros cuatro lugares de la tabla de posiciones. Por ende, salir victoriosos esta tarde sería la luz que necesitan para soñar al final del camino.
Tienen que mostrar la “garra” que presumen tener. La esperanza es lo último que muere, y mientras haya posibilidades matemáticas, seguirán luchando, así lo prometió su capitán.
