Cruz Azul jugó mejor que los Pumas en el duelo de ida celebrado en Ciudad Universitaria el jueves pasado, por la ida de los cuartos de final del Clausura 2024.
La Máquina derrotó 0-2 a los universitarios con tantos de Ignacio Rivero y Lorenzo Faravelli.
No hay duda de que los cementeros son grandes favoritos para asegurar su pase a las semifinales.
Pero en la historia de Cruz Azul, todo puede pasar.
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Es indudable que la llegada de Martín Anselmi y sus huestes le ha cambiado la cara a la institución azul, que durante muchos años ha sufrido del acecho de los fantasmas de la tragedia, esos que llegan en los últimos minutos para desenterrar frustraciones y eliminaciones increíbles.
No por eso ahora deberá pasar lo mismo, pero en la memoria está.
Pumas llega como la víctima. La derrota hizo que la esperanza universitaria se diluyera, no sólo por el dominio que ejerció el rival, no sólo por la falta de actitud mostrada en la cancha, sino por la poca respuesta que vino desde la banca, ya que Gustavo Lema no actuó como se hubiera esperado.
Para avanzar, los universitarios deben ganar por tres goles, algo que se ve en verdad muy complicado, pero no imposible, ya que en la mente auriazul está aquella remontada de cuatro goles en las semifinales del Apertura 2020. Parece que todo está escrito, mas no hay nada concretado. Todo puede pasar.