Carson, California.— Y después de la tormenta viene la calma. La Selección Mexicana Femenil se recuperó del empate a cero goles con Argentina en la jornada inaugural de la Copa Oro W, y puso todo en orden al golear despiadadamente a República Dominicana (8-0).
Con este marcador, el Tricolor respira y dio un paso firme hacia la siguiente fase del torneo. Sí, falta el juego contra el favorito, Estados Unidos, pero las posibilidades de seguir adelante crecen. México suma cuatro puntos y una diferencia de goles de 8, a la espera del partido entre estadounidenses y sudamericanas, que cerraba la Jornada 2 del Grupo A.
Fue un paseo lo que vivió el equipo nacional mexicano, al que el técnico español, Pedro López, le movió en su alineación, haciendo un profundo cambio con respecto al duelo contra las argentinas.
Pero no tuvo rival. El equipo dominicano, desde que sonó el silbatazo inicial, tomó la estrategia de meterse en su área y esperar.
La lateral Nicolette Hernández, con tiro de fuera del área que pasó en medio de las piernas de la portera Paloma Peña, abrió el marcador (12‘). Un instante después (13’) Jacqueline Ovalle, de volea dentro del área, puso el segundo. La otra lateral Karen Luna, de cabeza, anotó el tercero (20’) y Ovalle, de penalti, el cuarto (26’).
El Tricolor tomó un respiro y al final de la primera parte renovó sus bríos. Rebeca Bernal con un cabezazo metió el quinto (43’) y Diana Ordóñez en remate dentro del área, el sexto (45’).
En la segunda parte México tardó en arrancar. Se realizaron varios cambios y eso mermó un poco al equipo, aunque era cuestión de tiempo. Jasmine Cásarez puso el séptimo en tiro cruzado (70’).
Mayra Pelayo ya en tiempo de compensación, marcó el octavo (90’) y todos felices.
Tuvo que llegar el segundo juego en este Copa Oro W para que la Selección Mexicana pusiera todo en orden, por ahora... Viene Estados Unidos, un rival en verdad complicado, al que será muy difícil derrotar. El conjunto mexicano seguramente volverá a tener modificaciones, las “titulares” deberán volver a hacerse presentes, pero eso, quizá, siendo realistas, no alcanzará.