Los bicampeones de la NFL podrían estar enfrentando otra prueba importante, la enfrentar a sus verdugos, los Bengals de Cincinnati.
Si bien los Chiefs de Kansas City gozan de una dinastía que parece imparable, siempre hay alguien que representa una piedra en el zapato, y Joe Burrow parece encarnar ese héroe para aquellos que desprecian el dominio de Patrick Mahomes, Travis Kelce, Rashee Rice, Isiah Pacheco y compañía.
El historial de los Chiefs ante Joe Burrow (3 ganados, 1 perdido) refuerza la idea de que los Bengals son un dolor de cabeza para el equipo del veterano entrenador Andy Reid, pero la actualidad en verdad distinta y ciertamente el panorama luce desolador para Cincinnati.
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Esto tiene sus razones:
Primero porque Kansas City llega tras una dramática victoria ante los Ravens de Baltimore, uno de los rivales más fuertes de la Conferencia Americana, un triunfo que levanta el ánimo de los jugadores.
Por otro lado los Bengals vienen de otorgar un pobre espectáculo ante los Patriots de Nueva Inglaterra, a quienes ahora se les considera uno de los equipos más débiles de la liga. La derrota de Cincinnati 16 a 10 en la semana 1 desató la presión sobre el equipo que hace dos años llegó a su primer Super Bowl.
Pero lo más preocupante es el héroe en cuestión, Joe Burrow, quien vive su quinta año en la NFL, reapareció tras una lesión que lo marginó de la temporada pasada. Su regreso no fue para nada el esperado, ya que completó solo 164 yardas aéreas y no generó ni un solo pase de touchdown, además, y lo que más llama la atención, es que se le vio con limitaciones que levantan dudas serias sobre su estado físico.
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Kansas City y Patrick Mohomes tienen una oportunidad de oro, inmejorable, para demostrar que los fantasmas no existen en su dinastía, y que todavía son los grandes favoritos para ganar su conferencia y por qué no decirlo, también el Superbowl.