Con un programa olímpico en constante cambio, con disciplinas cada vez más dinámicas, urbanas y orientadas a los jóvenes, incluso los deportes más consolidados tienen que modernizarse: el piragüismo se replantea su futuro con un relevo mixto diseñado para la televisión.
"Los deportes tradicionales somos pésimos a la hora de vendernos y contar historias", dijo a la AFP Balint Velcassy, director de eventos de la Federación Internacional de Piragüismo (ICF, por sus siglas en inglés).
"Les reto a encontrar a alguien en el gran público capaz de nombrar a un piragüista, pese a que algunos de ellos hayan ganado cinco o seis títulos olímpicos", prosiguió el húngaro.
Las carreras de velocidad, en la que nueve competidores o equipos de dos o cuatro miembros compiten repartidos en 'calles', en distancias que van de los 200 a los 1.000 metros, forman parte del programa olímpico desde los juegos de Berlín en 1936.
Pero ahora tiene la imagen de un deporte "anticuado" y algo monótono, sobre todo si se lo compara con los recién llegados: el skate, el BMX o el breaking dance.
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"Si no evolucionamos, desapareceremos", advierte Ludovic Royé, director técnico nacional de la Federación Francesa de Piragüismo.
"La cuestión es: ¿cómo hacer que la disciplina sea más atractiva para los anunciantes y el gran público", prosigue, recordando que es una disciplina universal (93 naciones compitieron en los mundiales de 2023) y que tiene la misma dimensión "deporte-fitness" que el running en algunos países, como España.
La ICF busca simplificar la disciplina para hacerla más fácil de comprender: solo habrán dos distancias por sexo en el programa de París-2024 (200/500 m para las mujeres y 500/1000 m para los hombres).
Aunque cambiemos las distancias "sigue siendo el mismo deporte, y tenemos que mostrar algo muy diferente", advierte Balint Vekassy.
Y el futuro del piragüismo, en canoa y kayak, podría recuperar popularidad con una prueba que parece salida directamente de 'Survivor', el programa de supervivencia nacido en Estados Unidos con versiones y propuestas similares producidas alrededor del mundo que combinan aventura y telerrealidad.
La prueba consiste en un relevo de 5 kilómetros a lo largo de cuatro vueltas, enfrentando a parejas mixtas, con salida en grupo, desembarco en un muelle, transporte del kayak o la canoa a tierra firme, entrega del relevo y reembarco del kayak o la canoa en otro pantalán.
"Está hecho para la televisión", afirma el responsable de la Federación Internacional. "Siempre pasa algo, hay contacto en el agua. Durante el relevo, los competidores corren con el bote al hombro, lo tiran y luego recuperan el aliento".
"Hay que ver algo emocionante en televisión y por desgracia, no siempre es así cuando los barcos están cada uno en su calle", admite.
Hasta ahora, este relevo figura solo en los programas de Mundiales Júnior y Sub-23.
Tras los Juegos Olímpicos de París-2024 podría incluirse en las copas del mundo absolutas para terminar de convencer al COI, a quien le encantan las pruebas mixtas, de que lo incluya en el programa olímpico de 2028 o, más probablemente en 2032.
Lisa Carrington, estrella del piragüismo esprint con cinco títulos olímpicos en su palmarés antes de los Juegos Olímpicos de 2024, no debería llegar a la cita de Los Ángeles y mucho menos en Brisbane cuatro años después.
No queda claro si la campeona está de acuerdo con estos cambios, pero sí es consciente de que su deporte "necesita ser más popular y atraer a más telespectadores".
"Al igual que la natación y el atletismo, formamos parte de la historia de los Juegos Olímpicos, y no deberíamos olvidar esa historia", advierte esta neozelandesa de 35 años, cuando su deporte se apresta a instaurar cambios profundos para garantizarse su supervivencia olímpica.