Los Ravens de Baltimore pueden dar la campanada este día si son capaces de imponerse en su casa y destronar el invicto de unos Bills de Buffalo que han sorprendido a toda la NFL.
Si bien se pensaba que el desarme de los Bills pesaría en el quarterback, Josh Allen, sobre todo la salida de Steffon Diggs, quien fue su mejor receptor, la realidad ha sido distinta, y el egresado de Wyoming parece atravesar un gran momento en la ofensiva.
Prueba de ello, además de las 3 victorias al hilo, es que Allen no lleva intercepciones en este arranque de campaña, aspecto positivo para un pasador que la temporada pasada acumuló 18 pases que terminaron en manos del rival.
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Otro factor a tomar en cuenta es la presencia del corredor James Cook, quien ha sumado un arma importante en el juego terrestre de los Bills y lleva 3 anotaciones en su cuenta y una más por recepción.
Por su parte, Khalil Shakir ha levantado la mano para ser el receptor uno del equipo y ha cumplido a cabalidad.
En Baltimore, los jugadores están en búsqueda de una redención, el equipo liderado por Lamar Jackson arrancó con dos derrotas, lo cual detonó la desesperación de la afición, pero finalmente pudieron levantar el ánimo la semana pasada al derrotar a los Cowboys.
La mejor forma de recuperar a su hinchada sería con un triunfo ante los poderosos Bills.