Los Lions quieren demostrar que este año y los próximos formarán parte de las franquicias más poderosas de la NFL, y para ello visitarán el Lambeau Field para encarar a su rival divisional, los Packers de Green Bay.
Los Lions lucen indomables, promedian 33.4 puntos por partido, líderes absolutos de la Liga; la ofensiva acumula 25 touchdowns, solamente cinco pérdidas de balón y Jared Goff, candidato a MVP de la temporada, únicamente tiene 18 pases incompletos.
Cuando se trata de enfrentar a los Packers, los Lions guardan un rencor especial. De 1993 hasta 2023, no habían conseguido el título divisional y vivieron bajo la sombra de unos Cheeseheads que competían gracias a sus antiguos quarterbacks, Brett Favre y Aaron Rodgers.
La campaña pasada Detroit consiguió el campeonato divisional y estuvo a nada de meterse a su primer Super Bowl; ahora ambiciona mantener ese dominio por mucho tiempo más y para ello debe barrer con sus odiados rivales divisionales, ya lo hizo contra los Vikings de Minnesota, luego de propinarles su primer descalabro en la Semana 7.