El 22 de mayo de 2023, cuando fue designado comisionado presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Juan Carlos Rodríguez aseguró que comenzaba una nueva etapa para el balompié nacional, sobre todo en lo económico. Un año y medio después, la palabra que define a este atropellado proceso es "retroceso".
Más allá de los tres técnicos de la Selección Nacional en este camino rumbo al Mundial 2026 (Diego Martín Cocca, Jaime Lozano y Javier Aguirre), la "Bomba" llegó a la FMF con una misión muy clara: hacerla ganar más dinero.
Con gran parte de su vida dedicada a la televisión, Rodríguez llegó apoyado en la idea de que un fondo de inversión potenciaría al futbol mexicano a ganancias nunca antes vistas. Con lo que no contaba era con que prácticamente la mitad de los clubes no estarían de acuerdo.
La "Bomba" apostó por Apollo Global Management, un Fondo de Inversión que prometía repartir hasta mil 300 millones de dólares en los clubes de la Liga MX, siempre y cuando estos le dieran un 10% de sus ganancias y el 70% de los ingresos obtenidos y repartidos equitativamente fueran destinadas a la infraestructura.
Ese era el plan estrella de la "Bomba". Fracasó desde la presentación.
Fuera del América, que era el principal promotor de esta idea, los conjuntos con más peso se opusieron: Guadalajara, Cruz Azul, Pumas, Monterrey, Tigres y hasta el Atlético de San Luis, que ha tomado mucha fuerza entre los propietarios de clubes.
Durante los más recientes días, Rodríguez y Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, visitaron a los clubes para convencerlos de que era el mejor camino a seguir. No lo lograron.
Es por eso que Rodríguez ha dado un paso al costado y, con eso, quedan en el aire varios objetivos que se había planteado, además del Fondo de Inversión.
Centralizar los derechos de transmisión a partir de 2028, que una sola marca vista a los 18 clubes y hasta unificación en la publicidad estática en los partidos, eran otras metas. Ninguna de cumplió.
Más allá de que la propuesta del Fondo de Inversión sigue en pie y un grupo de clubes tratará de convencer a los demás, queda muy claro que el futbol mexicano carece de unión en un momento determinante.
Con la peor etapa (en cuanto a resultados) de la Selección Mexicana y a un año y medio de albergar la Copa del Mundo por tercera ocasión, el futbol mexicano vuelve a demostrar que nunca se conoce el verdadero fondo, porque siempre se puede caer más.
Arriola ha quedado como comisionado presidente interino y mientras se manejan nombres como Santiago Baños para quedarse con el puesto, la incertidumbre invade al futbol mexicano; incluso, con la Selección Nacional, porque no sé puede olvidar que Javier Aguirre tomó el puesto porque es muy amigo de la "Bomba".