Los Miami Heat, que llegaron a los playoff como octavos de su conferencia y sufriendo mucho en el 'play-in', eliminaron este viernes a los New York Knicks (quintos) y se clasificaron para la final del Este completando una enorme hazaña (96-92, 4-2 en la serie).
Esta es la tercera final de conferencia en cuatro años para los Heat y su segunda consecutiva tras la que perdieron en 2022 ante los Boston Celtics en siete partidos.
El rival de Miami será el vencedor del séptimo partido entre los Boston Celtics y los Philadelphia 76ers que se jugará este domingo.
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Los Heat parecían un invitado sin mayor peso en estos playoff, pero se han reivindicado a lo grande con un baloncesto furiosamente competitivo, con un Jimmy Butler estelar y con una lección magistral de Erik Spoelstra desde el banquillo para armar un bloque muy compacto en todos los frentes.
Tras mandar de vacaciones de forma asombrosa a los Milwaukee Bucks (primeros), los Heat también dejaron fuera a unos Knicks que sumaron otra decepción a un catálogo larguísimo de tristezas ya que no disputan una final del Este desde 2000.
Precisamente, los Knicks de 1999 eran el único equipo en la NBA que, como octavo, alcanzó una final de conferencia hasta estos Heat, el segundo conjunto en la historia en conseguirlo.
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Jimmy Butler (24 puntos y 8 rebotes con 7 de 22 en tiros) y Bam Adebayo (23 puntos y 9 rebotes con 9 de 20 en intentos a canasta) encabezaron a unos Heat con un Kyle Lowry fantástico en la segunda unidad (11 puntos, 9 asistencias y 3 robos).
Jalen Brunson, pese a una pérdida de balón crucial en el último minuto, firmó una actuación mayúscula para los Knicks (41 puntos con un excelente 14 de 22 en tiros y 5 de 10 en triples) pero Julius Randle volvió a decepcionar en los neoyorquinos (15 puntos y 11 rebotes con un triste 3 de 14 en tiros).