Hace cinco meses, Sloane Stephens no podía andar, después de una operación de tobillo. Ayer, 143 días después de volver a caminar, la tenista de 24 años levantó en el Abierto de Estados Unidos su primer título de Grand Slam.
“Sencillamente es imposible. Lo pienso y no lo puedo creer”, afirmó Stephens.
“Hace unos meses estaba operada, luchaba por recuperarme y si alguien me decía que iba a ganar el Abierto de Estados Unidos le decía simplemente que era imposible”, recordó la flamante monarca, después de ganar por 6-3 y 6-0, la final a su amiga Madison Keys.
La tenista que irrumpió con 19 años en el circuito, con una victoria en el Abierto de Australia 2013 ante Serena Williams y con su primera semifinal en un grande, estaba de regreso. Sin embargo, nadie podía imaginar que un mes y medio después iba a festejar su primer título de Grand Slam.
“Miraba mucho tenis. Estaba recién operada y no me podía mover. Me tiraba en mi sofá y miraba los torneos”, recordó.
Sloane arrolló a su amiga Keys en la final, pero se preocupó de consolarla en la red y antes y durante la premiación. “Ella es una de mis mejores amigas en el tour, una gran persona”, recordó Stephens. “No hubiera querido jugar con nadie más que ella, este es un momento especial para las dos. Estar aquí es increíble, esto demuestra lo que es la verdadera amistad, independientemente del tenis”, indicó con emoción.
Es que después de tanto dolor y sufrimiento, el tenis le debía una alegría como la que vivió ayer en el estadio Arthur Ashe.