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Todo deporte de combate requiere de un entrenamiento específico antes, durante y después de una pelea, pero no nos referimos únicamente a la preparación física, también se debe cuidar la alimentación y trabajar la mente. Para llegar lo mejor posible al encuentro y lograr el éxito, es fundamental ser disciplinado, contar con un entrenador profesional así como con un fisioterapeuta.
Aquel que desee dedicarse a las artes marciales mixtas necesita ser muy disciplinado. Ese es el primer paso, saber que habrá sacrificios, mucho trabajo físico y mental, pero también satisfacciones.
Entrenamiento previo
“De entrada, el peleador siempre debe estar entrenando, tenga combate o no, la diferencia serán las horas que dedique y los ejercicios que realice. Antes de una pelea, mínimo dos meses previos, el deportista debe someterse a mucho esfuerzo. Por ejemplo, habrá quien practique seis horas al día y otros lo harán solo dos, a éste se le llama entrenamiento inteligente.
“Tiene que enfocarse en lo cardiovascular, manejo de pesas y esparring (simulación del combate). Aquí debe afinar su técnica, trabajar la fuerza y resistencia, saber cómo llevar al oponente contra la jaula, derribarlo, defenderse arriba y abajo”, indicó Jesús Herrera Rodríguez, entrenador profesional.
Además de la preparación física, el peleador trabajará de la mano con el fisioterapeuta para prevenir cualquier lesión y, al mismo tiempo, es indispensable que lleve una dieta, siempre establecida por un nutriólogo.
Debe ingerir proteínas, presentes en la carne, huevo, frutos secos y verduras. También es necesario que realice varias comidas al día, entre cinco y siete, depende mucho de la persona y la dieta que le establezca el experto.
Dos semanas antes de la pelea, el deportista debe tener una gran condición, aumentar los ejercicios cardiovasculares y hacer esparring tres veces por semana.
Llega el gran combate
De acuerdo con Herrera, el primer combate al que se enfrente el atleta es al corte de peso, donde tiene que pesar lo reglamentado por cada división de competencia. “Unos cuatro días antes del pesaje, el deportista empieza a deshidratarse, deja de consumir líquidos. Entra al sauna para sudar, mastica chicle y hace baños de sal; hay extremistas que chupan hielos para tener la sensación de un líquido.
“A partir de que se hace el pesaje, tiene 24 horas hasta la noche de la pelea para recuperar kilos”, reconoció.
Llegó el día del combate, lo recomendable es que coman todo asado, por ejemplo, pollo, nada de alimentos fritos, condimentos o picantes, para evitar cualquier malestar previo o durante la pelea.
Conforme vayan a pelear, en ese orden deben empezar a calentar, aflojar músculos, estiramiento. Los ejercicios deben ir incrementando de fuerza poco a poco. Es fundamental el trabajo de respiración y concentración en este momento. Tiene que estar al 100. Si suben a la jaula sin calentamiento previo, su contrincante les exigirá y no podrán con ellos.
Después de la pelea
Si no hubo alguna lesión, hay peleadores que regresan a entrenar a los cuatro días de su combate, depende de cada persona, porque hay quienes se toman más tiempo para estar con la familia y realizar actividades que pospusieron.
“En Estados Unidos es un requisito que después de la pelea se les realice un chequeo médico obligatorio. Aquí en México no es así; sin embargo, cada vez mayor número de deportistas lo hacen.
“El cuerpo requiere descanso, así que lo mejor es someterse a una pelea cada cuatro meses como mínimo, depende la edad. Si llegan a tener una lesión o fractura, la recuperación tarda seis meses, donde romperse las manos es lo más común”, enfatiza el experto.
Para la mayoría de los que lo practican, las artes marciales mixtas son un estilo de vida. Por otra parte, este deporte cada vez alarga más la edad de sus peleadores, aunque actualmente los profesionales se retiran cuando están próximos a los 40 años.