El primer boxeador mazatleco en participar en unos Juegos Olímpicos fue Manuel Sammy Verde, en Barcelona 1992. Su pasión por esta disciplina la heredó a su hijo Marco Alonso, quien acudirá a París 2024 con una curiosa misión.
“Voy a Francia por la revancha de mi papá, porque cuando él participó, perdió contra un francés, y ahora voy a ese país. Es una casualidad del deporte”, compartió el peleador, en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes.
Hace casi 32 años, Sammy representó a México en la categoría de los semipesados, pero no pudo pasar de la primera ronda.
El Green competirá en los súper welter y aspira a mejorar el resultado de su “mayor ídolo”, porque gracias a él se propuso como objetivo acudir a una justa veraniega.
“Inicié en el beisbol... A la par practicaba boxeo, pero en el momento en el que fui ganando torneos con los guantes y vi a mi padre en los Juegos Olímpicos... Eso se fue convirtiendo en mi sueño más grande”, mencionó el pugilista.
Marco dio el primer paso a ese sueño al conquistar la medalla de oro en los Juegos Panamericanos 2023, porque —con esa victoria— obtuvo la clasificación a París 2024. Recuerda que “lo primero que hice al bajarme del ring, fue marcarle a mi papá, porque ya había logrado mi boleto”.
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Tiene en mente poner en alto a la familia Verde Álvarez, ya que “ellos me impulsan a entrenar duro y cada entrenamiento se los dedico”.
Evidentemente, el pugilista mazatleco anhela con colgarse una medalla en los Juegos Olímpicos, para “cobrar revancha” de manera destacada, y tener a sus padres cerca podría ser la clave.