Diez de los 29 peloteros actualmente registrados con los Yankees de Nueva York habían nacido la última vez que la franquicia terminó una temporada con mayor número de derrotas que de victorias. De ese tamaño puede ser el fracaso que podrían consumar los Bombarderos cuando acabe la actual campaña de las Ligas Mayores.
Con 25 partidos por jugar, en el sótano de la División Este en la Liga Americana y con los Playoffs como simple utopía, los Bombarderos del Bronx luchan por no tener su primera campaña perdedora en tres décadas.
La más reciente ocasión que los neoyorquinos terminaron una temporada con más reveses que triunfos fue en 1992, cuando su récord final fue de 76-86.
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A partir de entonces, su icónica franela no ha vuelto a ser manchada con un año en el que las derrotas se multipliquen, lo que ha sucedido durante 2023.
Más allá de que no ganan la Serie Mundial desde 2009, los Mulos de Manhattan se han caracterizado por ser una franquicia que siempre lucha por un sitio en la postemporada, lo que no le ocurrió al roster que actualmente dirige el manager Aaron Boone.
Lesiones de piezas clave como el jardinero Aaron Judge y el pitcher Carlos Rodón, además del bajo nivel de peloteros como Luis Severino, Giancarlo Stanton y D. J. LeMahieu, han contribuido para un terrorífico año en el Bronx.
La reciente barrida sobre los campeones Astros de Houston les permitió colocar su récord en 68 victorias y 69 derrotas, lo que les permite soñar con no ser una de las peores versiones de la franquicia durante las últimas tres décadas, pero sólo eso.
Juegan por orgullo, no por un sitio en la postemporada.
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