Los Diablos Rojos del México están a un paso de abandonar el “infierno” de una década sin títulos tras derrotar a los Sultanes de Monterrey en el juego 3 de la Serie del Rey por 2-0 y colocarse a una victoria más del campeonato número 17.
Esta definición por el campeonato de la Liga Mexicana de Beisbol pasará a la historia por la seguidilla de hechos insólitos que la rodean. Dos suspensiones por culpa de manifestaciones y otra por tormenta, pero también por la contundente paliza con la que los escarlatas castigan a los Fantasmas Grises, que están en jaque tras perder el juego 3.
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Será culpa de la lluvia que provocó la suspensión del partido este sábado o la pobre exhibición del Monterrey en esta serie final que no ha estado a la altura de las expectativas por enfrentar a los mejores equipos de la temporada regular, pero la afición regiomontana abandonó a los Sultanes en la reanudación del partido en estadio Mobil Super semi vacío.
El lanzador derecho Justin Courtney relevó al magnífico Trevor Bauer y en la baja de la séptima ponchó de inmediato a Asael Sánchez, Nomar Mazara y Christian Villanueva. El México mantuvo la agresividad de los juegos pasados y la novena de Robert Kelly no mostró nada más que desesperación por no poder romper el cero en el marcador, ahora por segundo partido consecutivo.
A la carrera solitaria del capitán Juan Carlos Gamboa en la noche del sábado se sumó el cuadrangular por el jardín izquierdo de José Pirela en la novena, el sexto en esta postemporada y el último clavo en el ataúd de unos moribundos Sultanes.
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