Lorenzo Bundy logró romper la sequía de los Diablos Rojos. Después de 10 años, les dio un nuevo título —el 17 para la institución— y es por eso que la directiva de la novena capitalina lo ha ratificado por dos años más, por lo que el originario de Filadelfia estará al frente de los Pingos tanto en la temporada 2025 como en la 2026.
“No lo pensé dos veces para aceptar la oferta. Diablos Rojos es donde Lorenzo Bundy y su familia quieren estar. Cuando tienes la oportunidad de participar en un lugar como este y con gente que tiene la misma mentalidad, el trabajo se hace fácil”, dijo el manager estadounidense, quien no dudó en mostrar su alegría por mantenerse al frente de los escarlatas: “[Me siento] muy contento de tener un contrato de dos años. Me han dado la confianza para ser el líder de su equipo en el campo y yo como manager acepté esa responsabilidad con mucho cariño, pero también con un compromiso muy grande... Voy a dar mi 110% en cada partido”.
Bundy entiende que ser campeones, de nuevo, es el objetivo más grande en la organización de la Ciudad de México y para conseguir eso, considera, “hay que tener un equipo competitivo, que vaya a pelear por el trofeo”, y recordó: “Siempre hay cambios en los rosters. En todos los equipos en los que he estado, nunca el roster es igual [tras cada temporada], y ese es el reto”.
En su trabajo de oficina, Lorenzo ya analiza —junto a los ejecutivos— los perfiles ideales para armar la plantilla del México.
“Estamos para competir por el título 18. En Diablos Rojos, nunca es otra la opción que no sea ganar, y la campaña anterior los muchachos aceptaron esa responsabilidad, porque teníamos 10 años sin un campeonato”, recordó.
Por lo tanto, lo vivido en 2024 motiva al de Pensilvania a sentenciar que “cuando yo firmé con los Diablos Rojos, lo hice para ganar un campeonato”. Lleva uno, pero desea muchos más.