La lucha libre se ha convertido para miles de mujeres en México en una disciplina, que además de permitirles realizar un deporte de alto rendimiento, o convertirse en un trabajo, les ha hecho merecedoras de reconocimientos por talento y calidad.
Para Lluvia abrir esta puerta parecía imposible por el machismo existente en la lucha libre, factor que hoy parece vencido. “Era muy difícil para las mujeres, había machismo por parte de los compañeros, los promotores y los aficionados. Nunca me imaginé poder ser estelar en una función, que alguna de nosotras fuera homenajeada”, comentó en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes.
La Pequeña Tentación, como es llamada por los aficionados, agradeció el esfuerzo de las primeras estetas quienes además de enfrentar a su rival en el cuadrilátero, lucharon contra los comentarios negativos, lo que ha permitido más espacios de trabajo. “Estoy agradecida con Amapola y Marcela, quienes nunca tiraron la toalla, picaron piedra. Hablamos entre nosotras las luchadoras y sabemos que no podemos bajar el nivel. Hemos demostrado que no somos el género débil y no dejamos de alzar la voz”, añadió.
La hija de la leyenda Sangre Chicana reiteró que gracias al esfuerzo y preparación lograron cambiar la mentalidad de las empresas que hoy impulsan el ver a nuevas generaciones buscar un sitio en las carteleras. “Mucha gente nos decía que nos bajáramos del ring y fuéramos a la casa para hacer cosas del hogar... Antes teníamos una caída, hoy la imagen de la luchadora no es la misma de la hace hace años, hoy nos ven como triunfadoras y debemos de mantenernos así por las nuevas generaciones”.