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Cruz Azul se complicó, solo, un juego que en teoría debía ser para sumar fácilmente tres puntos. La Máquina visitó la Comarca para enfrentar a unos Santos que viven una de sus peores torneos en los últimos años, que acaba de perder a su estrella Harold Preciado, por sospecha de dóping, que tenía a medio plantel titular lesionado y aún así perdió (3-0).
No fue exceso de confianza, fue falta de puntería y falta de control de las emociones. Cruz Azul tuvo para meter mínimo tres goles a Carlos Acevedo, pero falló; se equivocó en un contragolpe en defensa y fue dañado por Diego Medina (36’) y Willer Ditta quien reaparecía después de tres juegos de suspensión, se fue expulsado en una acción con tintes polémicos.
Santos aprovechó el hombre de más de inmediato y Franco Fagúndez cerró la piensa para el segundo (69’).
Pero había más. Penalti a favor de la Máquina. Se podía dar una remontada a base de carácter pero Carlos Acevedo detuvo el disparo de Gonzalo Piovi. Enseguida Fagúndez se fue expulsado por doble amarilla… Otra oportunidad para los cementeros… No. Santiago Muñoz en otro contragolpe metió el tercero lagunero (83’)-
Santos, jugando a la defensa heroica, al milagro en delantera y al rezo en los últimos minutos, salió avante y ganó además de los tres puntos, un gran abrazo moral que le servirá para lo que viene en la parte final del torneo.
Cruz Azul recibió otro golpe no a su sistema, sino a su falta de contundencia y concentración.