Con poco, pero muy poco, las Águilas del América se llevaron el Clásico Nacional en el Estadio Ciudad de los Deportes. Deslucida victoria azulcrema (1-0) que sirve de mucho al ánimo de los emplumados.
El bicampeón del futbol mexicano sigue sin mostrar su mejor versión, sufre en demasía, pero el Clásico de México tenía que ganarlo como fuera. El Guadalajara, que llegaba como favorito, volvió a car ante su acérrimo rival. La revancha rojiblanca tendrá que esperar.
El primer aviso importante en el cotejo fue del Rebaño. Alan Mozo se sumó al ataque y disparó fuerte a la cabaña de las Águilas, pero Luis Ángel Malagón apareció con una soberbia atajada. El grito de gol se ahogó en la fanaticada de las Chivas.
Los de André Jardine no podían salir de su zona. Eran menos que el rival, pero en una jugada a balón parado encontraron recompensa sin merecer. Ramón Juárez, el joven central de las Águilas, aprovechó un rebote dentro del área para abrir el marcador.
El estadio de la Colonia Nochebuena, en su mayoría americanista, estalló con el gol que los ponía arriba. El partido se equilibró, pero los amarillos no volvieron a llegar con peligro hasta el tiempo agregado con un poste de Brian Rodríguez.
Chivas fue mejor, buscó en todo momento, pero no pudo contra el muro de cinco hombres que puso Andre Jardine para cuidar su pobre ventaja. En el ambiente se respiraba tensión, hasta que el silbante decretó el final.
Las Águilas ganaron el Clásico Nacional y las Chivas siguen regalando vergüenzas a su afición. Cuando parecía que tenían una oportunidad inmejorable para vencer a su rival más odiado, volvieron a fallar en el intento. Gloria azulcrema y otro duro golpe rojiblanco.
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América abre el marcador con un gol de Ramón Juárez.