Con la mirada puesta en el podio, Laura Sánchez derrumbó sus temores y subió al trampolín de tres metros en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en el que con grandes ejecuciones y tras una cerrada competencia se colgó la medalla bronce. Un histórico metal que la convirtió en la única mujer medallista individual en clavados en unos Olímpicos.
Luego de 12 años de aquella hazaña, Laura compartió su eterno agradecimiento a la gente que la impulsó a lograr su sueño. “Gracias a la gente que me recuerda, que me dio las palabras de ánimo e impulsó. Tener ese lugar en la historia significa mucho para mí, es un recordatorio de que los sueños se pueden volver realidad y que en nuestro país hay gente con talento para alcanzar el éxito”.
Sánchez, quien resaltó la mezcla de experiencia y juventud en la representación mexicana, recalcó lo importante que será transmitir ese apoyo incondicional al equipo de clavados, para motivarlos a ir por los metales.
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“La generación que estará en París es muy talentosa. México siempre ha tenido buenos deportistas, hay una gran combinación, gente con mucha experiencia, medallistas, además de otros que van por primera vez”, dijo.
Laura Sánchez agregó que lo realizado por los deportistas acuáticos en el presente ciclo olímpico merece todo su respeto y espera mucho de ellos.