Apenas comenzó la Gran Final entre Tigres y América en el Estadio Universitario y la polémica ya se había presentado con el árbitro Marco Antonio Ortiz.
Corría el minuto 1 cuando el mediocampista brasileño, Rafael Carioca, propinó una dura entrada con Los tachones al chileno Diego Valdés.
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Los jugadores de las Águilas no dudaron en reclamarle al silbante la dura entrada sobre el dorsal 10 azulcrema; sin embargo, todo quedó en una tarjeta amarilla.
El futbolista chileno se quedó tirado en el césped y pidió en un gesto de desesperación el ingreso de las asistencias médicas, pero por suerte para la causa azulcrema todo quedó en un susto.
André Jardine y la banca del América explotaron cuando minutos después Igor Lichnovsky fue amonestado por una acción menos dura que la de Carioca.
