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Tegucigalpa.— No importa cuánto tiempo pase o cuántos casos se presenten, el tema de los naturalizados en la Selección Mexicana no deja de causar altas expectativas y una gran polémica.
Así como pasó con Gabriel Caballero, Guillermo Franco, Christian Giménez y Rogelio Funes Mori, entre otros, ahora le toca a Julián Quiñones estar ante el ojo crítico y exigente de la afición mexicana.
La esperada presentación del delantero americanista con la playera del Tricolor podría darse esta noche, en la ida de los cuartos de final de la Nations League, frente a Honduras.
Eso sí, es un hecho que se daría como relevo. El entrenador Jaime Lozano no lo tiene contemplado como titular, aunque la idea sí es otorgarle sus primeros minutos... Y en un partido oficial.
Escenario perfecto para mostrarse en el estadio Nacional de la capital hondureña, ante la siempre hostil afición catracha, que sueña con arrebatarle el boleto a la Copa América 2024 al equipo dirigido por el Jimmy.
El 11 de octubre, después de varias semanas de espera, Julián Quiñones al fin obtuvo su carta de naturalización que lo acredita como un mexicano más. Mientras ésta llegaba, vivía su adaptación con el América, donde rápido comenzó a ganarse el respeto de la fanaticada.
“Está más que hablado. Julián es un mexicano más y, si está bien, será llamado. Tiene mucha calidad, lo demostró en Atlas y ahora en América. Es un jugador que te aguanta el balón, es bueno en el mano a mano y tiene gol”, declaró el volante Luis Chávez, seleccionado y futbolista del Dínamo de Moscú.
En 14 partidos con las Águilas, suma seis goles y cinco asistencias, pero ahora es otra prueba. Borrón y cuenta nueva para demostrar su calidad en el Tricolor y sustentar por qué debe ser llamado por el Jimmy Lozano.
El martes, tanto él como el técnico de la Selección Nacional de México harán su presentación oficial ante la afición en el Estadio Azteca, pero la verdadera prueba será esta noche, en la hostil Tegucigalpa, Honduras.