Las Vegas.— Otorgarle a la Selección Mexicana su noveno título en la Copa Oro no es lo único que los integrantes del Tricolor buscarán en el moderno estadio SoFi. Coronarse traería consigo un valioso bonus track para ellos.
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A todos les encantaría que a Jaime Lozano le quitaran la etiqueta de “interino” y fuera nombrado de forma permanente, por lo que levantar el trofeo es clave en ese mensaje que se pretende dar. “Fuera de la cancha no podemos hablar mucho, pero dentro estamos tratando de demostrar que él es el indicado, que nos da las herramientas, y nos ha devuelto la armonía”, presume Luis Romo.
Una decena de estos jugadores había trabajado con él durante el proceso en la Sub-23 que concluyó con la medalla de bronce en los Olímpicos de Tokio 2020, pero unas cuantas semanas le han bastado al resto para considerar que el equipo quedaría en las mejores manos posibles si el Jimmy es ratificado. “Tiene la confianza de nosotros, porque tenemos a un mexicano que está al mando y él ya sabe lo que es ponerse la playera verde. El respaldo está”, aclara el atacante Orbelín Pineda.
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La Copa Oro suele ser un torneo rocoso para el Tricolor, casi siempre asociado con sufrimiento (más allá de los títulos), pero en la actual edición se han presentado más capítulos luminosos que oscuros. “Como se ha visto, Jaime cambió mucho la inercia que teníamos. Estamos felices con él y ahora estamos en la final. Ojalá podamos ganar el título”, sentencia Carlos Rodríguez.
Porque para ellos, la solución ya está en casa.
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