A unos cuantos kilómetros de Hollywood, Jaime Lozano es el protagonista de la película que el Tricolor ha vivido durante este verano, pero el joven estratega se esmera en quitarse de los reflectores.
La Selección Mexicana disputa la final de la Copa Oro contra Panamá y, aunque el Jimmy asegura que lo importante es recuperar el cetro de la Concacaf, resulta inevitable que su posible continuidad en el cargo tome mayor relevancia con la Copa levantada. “La vida es esto, son decisiones a tomar. Hay que estar preparados, es un gran escaparate estar en la Selección, mucha gente te apoya”, reconoce.
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“Lo llevo con calma, viviendo con tranquilidad, pensando exclusivamente en cómo ganar el próximo partido y es el más importante, porque te llevas un gran premio”.
El cual podría ser doble para él. Aunque Ivar Sisniega, presidente ejecutivo de la Federación Mexicana de Futbol, aseguró que la elección del estratega no dependerá de lo que suceda este día, está consciente de que levantar la Copa Oro podría impulsarlo un poco más. “Me hace falta firmar otro contrato [para quedarme], si todos están de acuerdo”, bromea.
“Esto me ha tocado verlo desde otro lado, cuando todo va bien y las expectativas son altas, pero luego hay un revés y empiezan las dudas”. Es por eso que resulta “importante respetar y elegir bien los procesos. He recibido cariño desde que llegué, le dije a los jugadores que lo mejor es respaldar en la cancha. La Copa la quiero levantar porque sería darle la vuelta a este verano con la Selección”.
Puede ser el final de un contrato, pero no el de un ciclo. Porque fue contratado sólo para dirigir la Copa Oro; sin embargo, su buen desempeño lo ha catapultado a ser el favorito de todos para quedarse con el puesto. “Si toca que sea el último partido, voy a querer regresar sí o sí”.