Una enorme sonrisa se dibujó en el mexicano Ismael Hernández la noche del 20 de agosto de 2016, al cruzar la meta de los Juegos Olímpicos de Río 2016, alcanzando contra todo pronóstico la presea de bronce en el pentatlón moderno. El ahora exdeportista no olvida, tras ocho años, el recorrido de la competencia de su vida, y esos últimos 200 metros, en los que superó a rivales para colgarse el metal.
“Fue una prueba larga de dos días... Esgrima, natación, equitación y tiro-carrera. Recuerdo alcanzar al italiano Riccardo De Luca, y en los últimos 200 metros definir la medalla. No les di ninguna oportunidad, era la medalla por la que había trabajado toda mi vida y ese pensamiento me dio la fuerza para llegar a la meta”.
Ismael agradeció todas las muestras de cariño recibidas tras su éxito deportivo, destacando el respaldo de su familia para impulsarlo a no darse por vencido. “El mensaje para mi familia es de total gratitud, todo lo que pude lograr fue gracias a ellos, fueron vitales”.
En los Juegos Olímpicos París 2024 Hernández podrá ver a su hermano Emiliano portar la bandera de México en la ceremonia de inauguración y seguir sus pasos: buscar una medalla.
“Estoy orgulloso de su trabajo, ha hecho las cosas mejor que yo. Viene bastante preparado y mentalizado... Como su hermano y mexicano me alegra ver lo que ha hecho. Es un atleta disciplinado y estoy seguro de que hará una gran competencia. Siempre le recuerdo que disfrute la competencia por la que tanto ha trabajado”, finalizó.
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