En marzo, Isaac Cruz alcanzó el ansiado título superligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), algo con lo que soñaba. Esta noche, en el BMO Stadium, realizará su primera defensa contra José ‘Rayo’ Valenzuela.
Sin embargo, llegar a la cima no fue sencillo. Aquel púgil oriundo de la Ciudad de México con una fortaleza intimidante fue escalando peldaños hasta convertirse en monarca mundial. Ahora, “el hambre de todo el equipo es mayor, los éxitos tienen que ser mayores, las metas también son mayores, pero siempre con los pies en la tierra”.
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En entrevista con EL UNIVERSAL Deportes, Isaac Cruz, padre del Pitbull, explica cómo ha cambiado la vida de su hijo.
“Todo fue un cambio favorable, luego es muy difícil, pero todo se ha tomado de buena manera. Es complicado, hay lujos, tentaciones, gente buena, gente mala, pero la idea siempre es ser mejor persona y deportista”, aseveró don Isaac.
Esta noche son los defensores del cetro, pero en el encordado se verá un Pitbull hambriento, como si fuera el retador del título superligero.
“Se verá un Isaac más fuerte, más potente, con hambre de triunfo. Vamos como si fuéramos los retadores, no como los campeones del mundo”.
Arriba del ring se convierte en un perro de pelea. Su pegada y su hambre de trascender se ven reflejados en la fuerza de sus puños.
Su padre, el señor Isaac Cruz, cuestiona a aquellos que aseguran que a su hijo le entran muchos golpes. Para él no es así.
“Como boxeador mexicano, es aguerrido, echado al frente. No le importa lo que le peguen, es un alimento para él el hecho de recibir golpes… desde niño ha tenido una fortaleza muy grande, pero bueno, mucha gente critica que le entran muchos golpes lo cual no es cierto. La crítica siempre es buena para mejorar”, declaró su progenitor.
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Hoy, todos los voltean a ver, los apoyos son distintos y por ahora no sufre por esa situación; sin embargo, cuando comenzaba a labrar su camino, muchas veces fue ignorado. Mostrar ganas arriba del ring era una salida para el pequeño Isaac.
“Fue complicado en el aspecto que no había apoyos. Teníamos empresa, pero como si no la tuviéramos. Realmente ha sido un camino muy duro, pero llegan personas nuevas, personas que sí impulsan su potencial y pues agarramos lo mejor para ser mejor peleador”, recordó Don Isaac.
“Eso es lo que hizo más fuerte a Isaac, demostrando pelea tras pelea lo que él valía y nunca lo vieron. Eso es una satisfacción que ahora con mucho sacrificio, lágrimas, enojos, no todo ha sido color de rosa en la carrera de Pitbull”, concluyó.
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