El histórico expugilista mexicano, Raúl “Ratón” Macías, se integró al Salón de la Fama de Boxeo Latinoamericano.
Con la presencia de sus familiares, la Confederación Deportiva Mexicana le rindió homenaje a la leyenda, quien partió hace catorce años.
“Mi padre viene del barrio de Tepito. […] Mi papá peleó por hambre. Nació con esa chispa de ser boxeador”, sentenció Yolanda Macías, hija del boxeador.
Como parte de la ceremonia, Yolanda Calderón —quien fue esposa del expugilista— recibió un reconocimiento en memoria del “Ratón”, con lo que se ratifica su ingreso al Salón de la Fama.
“Arriba del ring, no pesa. Hay que cuidarnos abajo del ring, donde está la vida difícil que lleva un boxeador”, finalizó.
El barrio bravo de Tepito vio crecer a una de las mayores leyendas en la historia del boxeo mexicano: Raúl “Ratón” Macías.
Y es que, con tan sólo catorce años, Raúl ya entrenaba en los encordados amateur. Hubo una ocasión en la que se espantó del tamaño de su rival, escondiéndose entre sus piernas como un “ratoncito”. Así nació su apodo.
Los años pasaron y con ello, creció como boxeador. La radio se paralizaba cada vez que el “Ratón” subía al ring.
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Su trayectoria profesional fue testigo de 41 victorias y dos derrotas, ganándose la admiración de figuras como María Félix, Pedro Infante y Agustín Lara.
No sólo esto. El pueblo mexicano guardó con cariño las hazañas de Raúl, quien se retiró a los veinticuatro años.
La muerte lo alcanzó el 23 de marzo del 2009. Aun así, después de su partida, marcó historia, pues se convirtió en el primer peleador en ser velado en la Basílica de Guadalupe.