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Uno de los primeros rivales que tuvo que enfrentar la pugilista mexicana Citlalli Ortiz, quien será una de las dos representantes mexicanas en París 2024, fueron las burlas de la sociedad por su peso.
Comentarios amargos, que pese a no afectarle, gracias al respaldo de su padre y hermana, recordó en conversación con El UNIVERSAL Deportes, con la intención de que más chicas tomen su ejemplo.
“Era una niña a la que le gustaba comer muy bien, estaba gordita, prácticamente me llevaron a la fuerza al boxeo para bajar de peso. Las personas me decían que no iba a bajar de peso, que no iba a tener rivales por estar muy pesada, no ponía atención y conté con el respaldo de mi papá, que siempre confió en mi trabajo", señaló.
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Citlalli Ortiz, quien sigue sin creer que formará parte de la delegación mexicana en los próximos Juegos Olímpicos, quiere que las niñas y mujeres a las que les gusta el pugilismo no se den por por vencidas y trabajen por cumplir cualquier tipo de sueño que tengan. “El boxeo femenil sigue creciendo y debemos poner un granito de arena. Las mujeres que entran al boxeo saben que no es fácil, creo que la clave es seguir insistiendo... ser tercas. El trabajo duro siempre te recompensa, no dejen que nadie te diga que ‘no se puede’, queremos que sean más las niñas que se dediquen a esto”.
Bellatrix recordó el momento en el que logró salir del encordado con el boleto olímpico asegurado, sin duda uno de los instantes más especiales de su vida.
“Lo tengo fresco, había hecho un gran trabajo y buenas combinaciones. Recuerdo que al alzar la mano no pude contener las lágrimas, corrí y abracé a mi hermana y papá, que estaban a mi lado. Fue el premio a un trabajo de los tres, ahora hay que pensar en dar lo mejor en los Olímpicos”.
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