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Hugo Ayala llegó a los Tigres en 2010, procedente del Atlas, equipo que lo formó. El Tanque fue parte de una negociación que se cerró en casi dos millones de dólares, poniendo rumbo a un equipo con el que peleaba de forma directa por no descender. De hecho, el exdefensa michoacano arribó a unos felinos que venían de salvarse del abismo.
“Tigres prácticamente ha sido toda mi vida futbolística. Siempre estaré agradecido con Atlas, pero con Tigres ha sido toda mi vida, llevo 13 años y medio. Llegué en una etapa realmente complicada, el club estaba peleando el no descenso. Justo el torneo anterior, se había salvado, por un partido Necaxa-América”, comentó Ayala, en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes.
Más de una década después, Hugo decidió poner fin a su carrera como jugador profesional, presumiendo cinco Ligas MX ganadas, una Liga de Campeones de Concacaf, una Copa MX, así como subcampeonatos en Copa Libertadores y Mundial de Clubes.
“[Al salvarse del descenso] comenzó la transformación del club a tener un proyecto estable y sólido, por lo que hoy se está donde se quiere. Lo más importante en el proyecto son los jugadores, pero detrás de todos hay un trabajo muy importante de la gente que no sale a escena. El club trabaja para dar las mejores herramientas, buscando profesionalizar en todas las áreas, para que el siga peleando en todas las categorías, tanto femenil como varonil”
Con respecto al inevitable debate sobre la grandeza del club, tras más de una década de éxito, Ayala es claro: “Tigres debe seguir siendo un equipo protagonista. A final de cuentas, vas a hacer ruido, que se esté hablando del club. 2023 fue un grandísimo año”.
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