Los recuerdos de hace 55 años provocaron risas y abrazos en la reunión de los atletas acuáticos que conformaron la delegación mexicana de los Juegos Olímpicos de 1968.
Nelson Vargas junto a Luis Niño de Rivera se encargaron de convocar a sus excompañeros, con la finalidad de mantener la unión que los llevó al éxito en aquella justa veraniega.
"(Esto) Es algo muy importante porque los tengo en el alma, desde 1996 trabajó con ellos, rumbo a los Juegos Olímpicos junto al mentor Ronald Johnson, fue el entrenador que vino a unir a los entrenadores mexicanos", comentó Nelson Vargas en exclusiva a EL UNIVERSAL Deportes.
El exclavadista Luis Niño de Rivera recordó que en México se vivió un proceso único en el deporte que dio resultado a las nueve medallas que obtuvo el país en aquellos Juegos Olímpicos.
"Hubo una planeación y preparación para que los deportistas tuviéramos el mejor entrenamiento. Josué Sáenz Treviño, presidente del Comité Olímpico Mexicano, entendió que la única forma de preparar atletas era con buenos entrenadores, trajo a los mejores que encontró en todas las disciplinas y eso produjo un método distinto con mayor propósito de ganar una medalla no sólo de prepararse", explicó el exatleta.
En 1968 México obtuvo dos preseas en natación, Felipe Muñoz se colgó el oro en los 200 metros pecho y María Teresa Ramírez obtuvo el bronce en los 800 metros, ella recordó con emoción aquel día que pasó a la historia del deporte mexicano con tan sólo 14 años.
"Son momentos inolvidables, gané por una décima y cuando salió mi nombre en el tablero fue una fiesta. No me perdí la inauguración, recuerdo que la gente nos echaba porras", comentó la medallista y puntualizó que el entrenador Ronald le aconsejó "disfrutar" del evento, eso hizo y más allá del entrenamiento, el quitarse la presión ayudó a subir al podio a tan corta edad.
María Teresa compartió su anhelo de ver a alguna mexicana ser segunda medallista olímpica en natación, "Estoy seguro que hay muchas nadadoras con esas ganas y entusiasmo, con este sueño de ganar una presea".
Por su parte, Laura Vaca, doble finalista olímpica en 1968, describió la reunión de los exatletas "cómo si estuviera con mis compañeros en la villa olímpica hace 55 años, a esta edad uno valora más los momentos que estamos viviendo, es maravilloso volverlos a ver y platicar con ellos" y coincidió con Niño de Rivera que el éxito logrado por la generación mexicana en los "Juegos Olímpicos de casa" fue gracias a la "comunión de los directivos, entrenadores y nadadores lo cual nos beneficio a todos, apoyados por las autoridades".
Al ver a sus compañeros y estar tan cerca de los Juegos Olímpicos de París 2024, Nelson Vargas sin temor compartió cuál es su deseo en la disciplina "que le ha dado todo".
"Me gustaría ver otro medallista olímpico antes de que me pele, en París 2024, un finalista ya estoy feliz, pero un medallista sería algo increíble", sentenció.