El taekwondo le ha regalado a México desde su incorporación oficial al programa olímpico en Sidney 2000, siete medallas.
Y queda en la memoria la alcanzada por Guillermo Pérez en la edición de Beijing 2008, quien luego de superar tres combates se enfrentó en el tatami al dominicano Gabriel Mercedes, al que superó por decisión, para alcanzar la medalla de oro en la categoría de 58 kg, una marca imborrable en el deporte mexicano.
“Fue un honor representar a México y traer una medalla para nuestro país”, menciona.
Pérez, quien tiene presente el abrazo que pudo darle a sus padres tras la competencia, reveló que guarda en su corazón el recibimiento que tuvo en Uruapan. “Al finalizar busqué a mi familia, hicimos un esfuerzo grande. Les levanté la mano y decía que éramos los número uno. Hice muchas entrevistas y luego de horas pude abrazarlos. A mi regreso hubo un desfile en Uruapan, la gente me acompañó por las calles”, rememoró.
Con la experiencia ganada con los años, el medallista compartió su opinión respecto a los representantes de México en París 2024.
“Veo bien a nuestros representantes, son campeones del mundo, son chicos con grandes cualidades. Espero que crean en ellos y logren su sueño”.