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De nada sirvieron las atajadas de Jesús Corona, como aquel penalti o aquellos cuatro disparos que detuvo de Monterrey.
De nada sirvió el golazo de Adrián Aldrete. De nada, porque Cruz Azul no sabe ganar, no sabe cerrar partidos. Un triunfo ante el líder hubiera sido un grito de autoridad.
Y no fue así. Cruz Azul sacó el empate gracias a su portero, y aunque no se perdió y la gente salió aplaudiendo al equipo, la realidad es que la bipolaridad del equipo no lo va a llevar a ninguna parte. Once puntos que los colocan en la parte alta de la tabla, pero que deja a Monterrey muy arriba, al llegar a 17.
El juego de inicio fue parejo, hasta que Cruz Azul se desconcentró. Enzo Roco y Jordan Silva se confiaron. Minutos después Funes Mori disparó dentro del área y a Roco le pegó el balón en la mano. Penalti muy protestado por los cementeros, pero que Corona atajó a tiro de Pabón.
En el segundo tiempo, Corona mostró su valía. Primero se fue a los pies de Jorge Benítez y le quitó el balón, que quedó suelto, para el disparo de Funes Mori, que Chuy volvió a atajar. La pelota le quedó a Jonathan González, quien trató de fusilar; un último intento de Édgar Castillo no fructificó.
Minuto 82: Un error, la esférica que parecía controlada se volvió un problema, llegó Avilés Hurtado y lo hizo gol. Paco Jémez pateó su banca. Cruz Azul, sin merecerlo iba a conseguir el triunfo, pero al final siguió con su empatitis y su frustración.