A Jesús Ramírez lo llamaron loco, a Raúl Gutiérrez demente, sólo por decir: “Voy al Mundial a ser campeón del mundo”.
A Mario Arteaga , técnico de la Selección Sub 17, que jugará en el Mundial de la especialidad en India y que abre actividad este domingo ante Irak, se le ha contagiado esa locura, pues afirma que él también va con esa misión: “Quiero ser campeón del mundo”.
El Kalifas , apodo que lo acompaña desde su niñez, vivirá su segunda Copa del Mundo en esta categoría. En el primero, Chile 2015 , quedó en cuarto lugar y ahora le tira a un resultado más importante.
—¿No te pesan las comparaciones con Chucho Ramírez y [Raúl] el Potro Gutiérrez, campeones del mundo Sub 17?
—No, para nada. Nos hemos hecho ‘parte de’. La responsabilidad en Selección la tomamos como un reto, no como responsabilidad de ganar.
Los jóvenes saben cuál es su misión cuando forman parte del equipo Sub 17.
—¿A los chavos tampoco les pesa ese factor?
—Lo toman como su gran oportunidad. En 2005 no vieron la hazaña, no estaban muy conscientes; en 2011, sí. Fue un ejercicio que nos dijeran cómo lo vivieron, cómo lo sintieron.
También están esos penaltis de 2013 contra Brasil [cuartos de final], ya eran parte de los equipos de la Federación. Lo han ido madurando.
—¿Entonces, tú vas a ser campeón del mundo?
—Sí, yo también quiero ser campeón del mundo. Debes partir de un objetivo. Está puesto en las selecciones que no debemos quedar fuera de los primeros cuatro, sin que eso suene como conformismo.
—¿Tuviste la preparación que quisiste, o la que se pudo?
—Tuve la necesaria. Ha sido casi la misma que en el Mundial pasado. Sabemos qué nos funciona y qué no. Llegamos con 84 partidos jugados, 70 por ciento fueron internacionales. Somos seguramente el equipo que viene con más preparación.
—¿Eres técnico, un psicólogo o motivador?
—Soy un técnico. Estamos en una institución en la cual contamos con gente valiosa para desarrollarnos en todas las ramas. Me gusta delegar, la parte que me corresponde es la de dirigir, pero también está el hecho de cómo enseñas.
—¿Esta generación no se perderá, como otras?
—No me asusta eso. Tengo cinco jóvenes que ya debutaron en Primera División. Los vamos a hacer mejores para que compitan con todas las armas. Tenemos chavos que van a dar de qué hablar a nivel mundial y esto es gracias a los equipos.
—¿Será tu triunfo personal?
—A mí me dio mucha alegría que del proceso de Chile, hubiera catorce jugadores que se fueron con la Sub 20. Eso quiere decir que vamos bien.