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Tres puntos, sólo tres puntos necesita la Selección Nacional para estar dentro de la Copa del Mundo 2018.
A un paso de la gloria, Juan Carlos Osorio no pierde la compostura. Ha llegado al final de este primer camino, camino sinuoso, lleno de baches de incomprensión de otros y necedad propia, que al final tiene un objetivo casi cumplido: estar en el Mundial.
Osorio se vuelve a topar con los medios, viene de buen humor, aunque en cuanto se sienta, pone la cara de fiero intelectual, la que le ha acarreado críticas de unos y halagos de otros.
“Estoy feliz de estar cerca del objetivo, pero de eso a decir: ‘Misión cumplida’, no. No me atrevería a decirlo, eso sí, queremos quedar lo más alto posible en el grupo”.
Un grupo que el Tricolor encabeza con 14 puntos, muy lejos del rival; Panamá, que con siete quiere aferrarse a la esperanza de una repesca. Si México sigue con el paso invicto y ganando, podría romper la marca de puntos en un hexagonal, lograda en 2006 con Ricardo La Volpe, algo que de primera vista o de dientes para fuera, no le interesa al colombiano: “la marca pasa a segundo plano, además, los que consiguen las victorias son los jugadores, no uno, si ellos quieren llegar a esos puntos y rebasarlos, qué bien. Sé que se puede estar en la historia, pero yo veo esto más que nada como una obligación”.
Las horas pasan para que llegue el momento del pitazo que iniciará el juego contra los canaleros, juego en el que Osorio no estará en la banca, sí, México puede calificar sin su técnico en el banco. “Estoy ansioso de volver”, comenta el entrenador, quien aún debe un juego de la suspensión que se ganó en la Copa Confederaciones. “Fue una experiencia muy fuerte, pero muy aleccionadora. Cuento los minutos para volver al campo” y lo pisará de nuevo hasta el partido contra Costa Rica en San José del próximo martes.
Pero para pensar en los ticos, primero hay que vencer a Panamá y la preparación para esto fue complicada, “esta convocatoria tuvo momentos desafiantes, más que nada, por la falta de futbol de muchos jugadores (europeos principalmente), cuyas ligas apenas inician, pero a pesar de eso y de la lluvia, pararemos un buen equipo”.
Equipo que no se ha escapado de las lesiones que ya son una constante, porque no puede haber una convocatoria, sin que haya alguna baja. “Después de tantas convocatorias hemos llegado a la conclusión de que debe existir un protocolo para tratar a los jugadores que vienen de fuera. Los de Europa juegan y al día siguiente viajan y aquí al segundo día de trabajo se resienten, por eso, el cuerpo médico y el físico trabajan para crear un protocolo que sirva para tratar de evitar esto”.
Pero mientras se llega a eso, el técnico nacional dice estar seguro que el grupo que presentará ante Panamá, “está muy fuerte, muy unido, listo para dar ese gran paso y al final ofrecérselo a la afición”.
Porque el Mundial está a la vuelta de la esquina, a tres puntos de distancia, a 90 minutos de juego, y después de esto, aunque Juan Carlos Osorio lo niegue, podrá decir que por lo menos, en una primera etapa, la misión.... Está cumplida.