El Chelsea arruinó hoy el estreno internacional de la nueva casa del Atlético de Madrid, el Wanda Metropolitano, con un agónico triunfo por 2-1 que complica las posibilidades de clasificación del conjunto de Diego Simeone a los octavos de final de la Liga de Campeones del futbol europeo.
Michy Batshuayi, en la última jugada del partido, dio el triunfo al equipo inglés, que celebró una merecida remontada en la segunda parte.
El español Álvaro Morata, ex delantero del Real Madrid y muy pitado por el público local, había logrado el empate visitante con un cabezazo a los 60 minutos después de que el francés Antoine Griezmann abriera el marcador con un penal en el final del primer tiempo.
El gol de Batshuayi al minuto 94 tras una magnífica maniobra colectiva fue una auténtica jarra de agua helada para el Atlético, que deberá sumar -y mucho- en sus próximos cuatro partidos del Grupo C si no quiere sufrir una prematura eliminación de la Champions.
Fue una preocupante actuación del Atlético, que se vio superado a lo largo de casi todo el encuentro por un Chelsea que logró un merecido triunfo.
La derrota deja al equipo de Simeone en tercer lugar del Grupo C con un punto después de la igualdad del estreno en Roma. El Chelsea es líder con seis unidades, mientras que el equipo italiano, que más temprano venció 2-1 al Qarabag en Azerbaiyán, es segundo con cuatro.
Le quedan cuatro partidos al Atlético para revertir el rumbo, aunque para su fortuna los dos próximos serán ante el Qarabag, el rival más débil de la zona. Luego se lo jugará todo ante el Chelsea y la Roma.
El Metropolitano se preparó para un juego de gala, pero el protagonista principal -y casi exclusivo- en el arranque del partido fue el equipo visitante. Solo la falta de puntería de Eden Hazard y Morata y los reflejos de Jan Oblak impidieron que el Chelsea se pusiera rápidamente en ventaja.
Cuatro jugadas de gol tuvo el conjunto inglés en los primeros 12 minutos, todas en los pies de Hazard y Morata, aunque en ninguna pudo encontrar la portería rival. La más clara fue un remate de larga distancia del internacional belga, muy movedizo e imparable para la defensa local, que se estrelló en el poste cuando Oblak solo atinaba a mirar.
El técnico Antonio Conte se tomaba la cabeza y no era para menos. Su equipo asfixiaba a un Atlético impotente, pero las ocasiones falladas no eran buen presagio. Peor aún cuando Morata volvió a fallar con un cabezazo que desvió Oblak al córner y luego Hazard se lo volvió a perder en un remate de afuera del área.
El Atlético, fiel al espíritu inculado por Simeone, supo convivir con los momentos de adversidad sin desesperarse y encontró el premio cuando menos lo esperaba. David Luiz agarró a Lucas en un córner y el árbitro Cuneyt Cakir cobró penal.
Griezmann no lo desaprovechó y marcó el primer gol europeo en el el Metropolitano, tal como lo había hecho el francés en la inauguración de la nueva casa del Atlético en la Liga española.
Pudo haberse ido incluso con dos goles de ventaja el Atlético al descanso si Saúl Ñíguez no hubiera perdido una increíble ocasión con el arco prácticamente libre tras un rebote de Thibaut Courtois, ex portero atlético. Pero ya el 1-0 era un premio excesivo.
La segunda etapa tuvo el guión inverso, porque el Chelsea consiguió igualar cuando no exhibía el empuje desbordante del primer tiempo. El Atlético parecía tener algo más controlado el encuentro, pero entonces Hazard envió un centro a Morata y el español cabeceó a la red.
El ex delantero del Real Madrid, en medio de una sonora silbatina, corrió al banquillo y celebró abrazándose con Conte y todo los suplentes. Sigue en gran forma Morata tras el "hat-trick" anotado el fin de semana ante el Stoke City en la Premier League.
Simeone dio ingreso a Fernando Torres, el ídolo local, por Yannick Carrasco y Nico Gaitán por un intrascendente Ángel Correa, pero poco cambió. Morata pudo incluso dar vuelta el marcador al 73' cuando punteó el balón apenas desviado tras una gran carrera.
El conjunto rojiblanco, mientras tanto, seguía careciendo de fútbol y de ideas y cuando parecía conformarse con el empate llegó el duro golpe visitante. El Chelsea tuvo un tiro libre pero en vez de lanzarlo al área decidió tocar y tras una magnífica combinación llegó al gol de Batshuayi, que había ingresado poco antes desde el banco.
El equipo de Simeone, que tuvo a Diego Costa siguiendo el partido en la grada, ya no tiene margen para la equivocación en el torneo. Deberá comenzar a sumar si quiere poder usar a su flamante fichaje a partir de enero en el torneo continental.