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Un mal día, el 9 de agosto pasado, la Asociación de Futbolistas se quedó sin su líder, Rafael Márquez. Ese organismo parecía condenado a desmoronarse.
Pero ayer, Christian Giménez se dijo dispuesto a tomar la batuta de la unión que defenderá los derechos de los profesionales del balompié mexicano.
“Está un poco apagada [la Asociación] por el tema de Rafa. Veníamos por buen camino, pero se apagó un poquito. Es una situación delicada de un líder. Estaba todo pensado con él al frente y con esta situación, vamos a volver a retomar los diálogos”, refiere el elemento de Cruz Azul.
“Yo tengo muchas ganas [de que se concrete], de ayudar al futbol mexicano”, señala.
Márquez ha estaba obligado al retiro temporal de cualquier actividad pública. Se encuentra enfoncado en aclarar su situación legal, luego de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo señaló como uno de los prestanombres del narcotraficante Raúl Flores Hernández.
Esa situación por la que atraviesa el cuatro veces mundialista por México ha dejado en vilo a cualquier intento de organización por parte de los futbolistas.
El Chaco cree que, pese a la problemática de Márquez, la Asociación tendrá éxito. Observa que sus colegas han mostrado el entusiasmo suficiente para mantener con vida el proyecto.
“Hay ganas por parte de nosotros [los jugadores]. En los últimos meses, hemos tenido varias reuniones. Lo importante de todo esto es estar adentro. Tengo ganas, por eso me involucré hace tres o cuatro años. Obviamente hay muchas cosas por pulir, muchas cosas que se han avanzado”, considera el símbolo cementero.
A la espera que se resuelva la situación de Rafael Márquez, el resto del gremio se pone dispuesto a conformar su organización en pro de su derechos, con el Chaco al mando.