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El futbol ha entregado a lo largo de los años, miles de momentos histórico que queda en la memoria de millones de fanáticos, instantes que son recordados con orgullo o tristeza.
Uno de esos se vivió en la mítica cancha del Estadio Azteca, inmueble que vio al histórico Franz Beckenbauer jugar un partido de la Copa del Mundo de México en 1970 con la clavícula rota.
El defensor de la Selección de Alemania fue pieza importante del equipo que era comandado por Helmut Schon, llegando al duelo semifinal ante Italia.
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Un compromiso lleno de calidad, el mejor partido de la época y que fue catalogado como 'El Partido del Siglo, que vio a Beckenbauer sobreponerse al dolor y jugar por amor a su país.
Después de un empate (1-1) en el tiempo regular, el juego se llevó a los tiempos extras, instantes que vio a Giacinto Facchetti tener un fuerte contacto con Beckenbauer.
Hombre que ante la falta de cambios decidió seguir treinta minutos más en el campo, teniendo de único soporte en el brazo derecho un trapo y algunas vendas.
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El exjugador del Bayern Múnich recorrió cada parte del campo del Estadio Azteca, alentando a sus compañeros a seguir compitiendo hasta el final.
Regalando una imagen que pasó a la historia, demostró su liderazgo y pasión, por desgracia para Alemania y Franz Beckenbauer, el resultado final fue una derrota (4-3), marcador que llenó de alegría a los asistentes y llevó a Italia al duelo por el campeonato, mismo que perdería ante Brasil.