Tuvieron que pasar 15 carreras para que un equipo que no fuera Red Bull ganara en esta temporada. Ferrari, con Carlos Sainz, ganó en Singapur, en un Gran Premio que por la mala clasificación de los pilotos del equipo austriaco el sábado, los llevó a estar lejos de los primeros sitios, del podio.
Ni Max Verstappen ni Checo Pérez consiguieron una remontada, pues en Marina Bay si algo es complejo, es hacer rebases.
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El neerlandés campeón del mundo alcanzó a sumar puntos, finalizó quinto. Por su parte, el mexicano, que sufrió en las primeras vueltas al no poder superar a nadie, acabó la competencia en el puesto ocho, tras haber largado 13.
Un Safety Car en la vuelta 20 y un Virtual Safety Car en la 43, hicieron ilusionarse a los aficionados de la escudería de los toros, pero la realidad es que el triunfo cada vez se veía más lejano.
Al final, el madrileño Sainz de Ferrari fue el vencedor, el segundo puesto fue para el británico Lando Norris y su McLaren; el podio lo completo el Lewis Hamilton de Mercedes.
Ahora, el Gran Circo se trasladará a otro sitio en Asia, para el siguiente fin de semana correr en Suzuka el Gran Premio de Japón.