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Fernando Tatís Jr revela la verdad sobre el sombrero de mariachi con el que celebraban los Padres

Cada que un pelotero de San Diego conectaba un cuadrangular, tenía derecho de ponerse el sombrero tricolor en su arribo al dugout

FOTO: @padres - Fernando Tatís Jr revela la verdad sobre el sombrero de mariachi con el que celebraban los Padres
30/04/2023 |19:40
Sebastián García Méndez
Periodista y reportero en EL UNIVERSAL DeportesVer perfil

El sombrero de mariachi no es para cualquiera. Si querías portarlo, tenías que pegar un cuadrangular en el Estadio Alfredo Harp Helú. Así lo decretaron los Padres de San Diego en la. México City Series frente a los San Francisco Giants.

Pero, ¿cómo surgió esa idea en el dugout de los Frailes? Fernando Tatís Jr. reveló dónde lo compró y cómo decidieron hacerlo el objeto del deseo para los de tabaco y oro.

"Lo compré cuando fui a Xochimilco. Lo compré para mí en realidad, pero cuando subí al bus y lo tenía puesto, los muchachos empezaron a hablar y decidimos que sería el tema de celebración cuando diéramos jonrón y lo disfrutamos bastante", declaró el dominicano.

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El sombrero cruzará la frontera, pero ya no para utilizarlo en el Petco Park, sino para guardarlo como recuerdo de "una hermosa experiencia". "Yo creo que el sombrero va a San Diego", dijo el jardinero.

La estrella de los Padres se fue maravillado con la atmósfera que se vivió en el Estadio Alfredo Harp Helú y la afición tricolor que abrrotó el inmueble en los dos encuentros ante San Francisco.

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"Muchas experiencias bonitas, el recibimiento de la gente, la comida buenísima, el ambiente, la vibra. Todo el crédito a la fanaticada por darnos el apoyo que necesitábamos. Ojalá pueda seguir jugando tremendo para ellos", aseveró Tatís.

Visitar Xochimilco, una experiencia increíble

El viernes, previo al primero de la serie ante San Francisco. Fernando Tatís Jr. aprovechó su tiempo libre para visitar los canales de Xochimilco, donde comió tacos y bailó al ritmo de mariachi.

"Fui con mi familia y un amigo mío. Lo disfruté mucho, una experiencia muy bonita, los mariachis, la bebida, la gente. Un ambiente muy bonito", relató.

"México es tremendo. Yo digo que uno siempre ha visto una pequeña parte de México y ahora pude conocer un poco más. Comí taquitos que vendían ahí", dijo sobre su experiencia en el sur de la capital.

Las rastas, su estatura y su peculiar personalidad difícilmente pasan desapercibidas y en Xochimilco no fue la excepción.

"Había mucha fanaticada, me reconocieron, pero pasamos un rato muy agradable", concluyó.

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