Hay algo en el rostro de Diego Cocca que le impide sonreír a plenitud.
El entrenador de la Selección Mexicana está por enfrentar su primer cotejo amistoso de este lado de la frontera, pero está consciente de que recibió una granada con el seguro a punto de ser vencido. Resulta muy necesario derrotar esta noche a Estados Unidos, rival ante el que no se triunfa desde septiembre de 2019. “Esto es un proceso de mejora poco a poco. Confío en que las cosas se hacen mejor cada día”.
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Lo cual deberá quedar demostrado sobre el campo del estadio State Farm, donde su proceso podría vivir un punto de quiebre, sin importar que apenas sea en su tercer cotejo. “Es un partido muy importante por la rivalidad histórica, porque es el rival fuerte de la zona”, reconoce.
La victoria es obligada, pero el entorno no es el ideal. Disputar el duelo fuera de Fecha FIFA y que sea entre la antepenúltima y la penúltima jornadas del torneo locallo complica mucho más, porque a los clubes mexicanos lo que más les interesa es que sus futbolistas no se lesionen. “Estamos de acuerdo en que nos encontramos en un momento complicado en la Liga MX. Por eso, encaramos este partido de la mejor manera, siendo políticos, sabiendo que la Selección es de todos y llegamos a un buen acuerdo con los clubes”, sentenció.