Su 1.67 metros de estatura nunca ha sido impedimento para destacar entre los más grandes. Desde que comenzó a forjar sus sueños en el Deportivo Hermanos Galeana, en la alcaldía Gustavo A. Madero, Erick Sánchez brilló por su calidad.
Acostumbrado a jugar contra rivales de más edad, más altos y corpulentos, Chiquito Sánchez encontró nuevas formas para competir y su capacidad con el balón podía con todo… tal y como lo demostró con el Pachuca.
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De la mano del profe Martín El Pelos, a “quien le debe todo”, Erick comenzó a formar un carácter y juego que más tarde lo llevarían a jugar en los Tuzos, donde debutó el 7 de agosto de 2016.
“Yo sabía que al cuerpo no les iba a ganar, pero te digo, a mí lo que me ayudó mucho fueron los regaños y consejos del profe Martín. Siempre, o a veces, hacen falta y todo eso me ayudó a formar el carácter. A él le debo todo. Siempre me ayudó y me apoyó en todo”, cuenta en charla con EL UNIVERSAL Deportes.
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Al ver una foto de su pasado amateur, Erick sonríe, se toma la cara y después de unos segundos responde, sí, ahí estaban aquellos que lo ayudaron a salir adelante cuando no todo estaba bien.
“Es un lindo recuerdo, tuve compañeros muy, muy buenos en esta época en la que trataron de apoyarme muchísimo, porque era tal vez una persona que no tenía buena economía, por así decirlo y muchos papás de mis compañeros me apoyaron. Esta foto es un recuerdo muy bonito”, recuerda nostálgico.
Ahora, ese sueño que parecía imposible continúa, al “defender al equipo de mis amores, al que le voy desde niño”.
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