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Enrique 'El Perro' Bermúdez: "El ser humano es imperfecto por naturaleza, no existe perfección en la vida"

A sus 74 exitosos años de vida, sorprende e impresiona por su vitalidad, entereza y lucidez, confesando que se siente un hombre afortunado y bendecido por el cielo

Entrevista con Enrique 'Perro' Bermúdez / FOTO: TUDN
31/10/2024 |15:20Edmundo Cázarez C. |

Humilde, talentoso, con mesura, sumamente cuidadoso, con la total seguridad de ir construyendo con firmeza y confianza, paso a paso, su propio camino hasta llegar a convertirse en un referente del periodismo deportivo y uno de los mejores cronistas no solamente de México, sino de todo el continente americano, , en esta tercera y última parte de la entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL, señala: “El ser humano es imperfecto por naturaleza, porque no existe la perfección en la vida”.

A sus 74 exitosos años, sorprende e impresiona por su vitalidad, entereza y lucidez, confesando que se siente un hombre afortunado y bendecido por el cielo, porque a estas alturas de su edad, se fijen en su persona y lo contraten para hacer infinidad de comerciales para importantes firmas a nivel mundial. Además, le da gracias al cielo porque llegó a pensar que se iba ir de esta vida sin conocer a sus nietos, pero, gracias a Dios, espera pronto viajar a la Ciudad de México para celebrar el nacimiento de Iker Enrique, un hermoso bebé que ya empieza a dar sus primeros pasos y lo tiene completamente emocionado.

Con una larga y brillante trayectoria dentro de los medios de comunicación, en 1976, a los 21 años de edad, inició su carrera como narrador de futbol en Televisa, donde trabajó hasta 2013, siendo el comentarista estelar de la empresa durante la década de los 90. Siempre con el deseo de progresar, en 2014 inició su incursión en la cadena estadounidense de habla hispana Univisión Deportes y le tocó narrar su décima Copa del Mundo en Brasil, sin dejar ni un solo momento su responsabilidad de narrar los partidos de la Liga MX.

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De manera breve, es importante destacar que en 2018 regresó a Televisa, para narrar los partidos de la Selección Mexicana en Rusia. A raíz de la fusión de las áreas deportivas de Televisa y Univisión en 2019, centró toda su atención para la cadena TUDN, teniendo a su cargo la narración de los partidos de América y Chivas. El 24 de marzo de 2022, durante la cobertura previa al partido de eliminatoria mundialista entre México y Estados Unidos, sorprendió a todos al hacer público su retiro como cronista y narrador de partidos, estipulando que durante la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022, sería su última aparición en las pantallas de cristal. Después de 47 años de una intensa actividad periodística, el 13 de septiembre de este 2024 dio a conocer su salida definitiva de Televisa, empresa que lo vio crecer y ascender hasta la cima del éxito.

Al preguntarle si alguna vez "metió la pata" durante una transmisión en vivo, sin empacho, me dijo: “Claro que la he regado muchas veces, como todo mundo. La 'cajeteamos', hasta regamos el tepache bien gacho… Estábamos 'al aire' en un partido del América y me equivoqué con el nombre de un jugador que había metido un gol… ¡Uff!, regué el tepache muy gacho”.

Así mismo, le cuestioné: ¿Qué duele más, meter la pata 'al aire' o tener que ofrecer disculpas?, y señaló: “A Enrique Bermúdez, nunca le ha dolido tener que ofrecer disculpas 'al aire'. Si no tienes humildad para ofrecer disculpas, estás completamente fregado. El ser humano debe tener esa humildad para saber reconocer sus errores y ofrecer disculpas”.

Dueño de un sinfín de anécdotas y una enorme calidad humana, comenta que en los años 80, varias veces estuvo a punto de llegar a los golpes con José Ramón Fernández, porque, en ese entonces, existía una feroz competencia entre Televisa e Imevisión -hoy TV Azteca-.

“Es que Joserra agredía muchísimo frente a las cámaras y micrófonos. Llegamos a tener ciertos piques, laboralmente hablando, una rivalidad que, por poco, un día, nos íbamos a agarrar a 'trompones'" confesó.

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Con especial nostalgia, la voz entrecortada y los ojos llorosos, hace remembranza de los momentos que tuvo la suerte de vivir junto a su gran amigo André Marín -QEPD- y trae a la mente un bello recuerdo cuando su hijo Vadhir, de 15 años de edad, presentó un cuadro de diabetes juvenil, perdió un riñón y recurrieron al trasplante que le salvó la vida. Sorpresivamente, llegó André Marín hasta el hospital en donde se encontraba internado su hijo, con un ramo de flores y se lo entregó a su esposa como muestra de un fraterno y solidario saludo.

“Fue un hermoso detalle de su parte, no obstante que André Marín todavía formaba parte de las filas de cronistas deportivos de TV Azteca, además, lo que más me conmovió, es que ninguno de mis amigos y compañeros de Televisa fue al hospital a visitar a mi hijo y… ¡André Marín lo hizo!!” reveló Bermúdez.

- Edmundo Cázares: Mi estimado Enrique, ¿ya te convertiste en abuelo?

- Enrique Bermúdez: Solamente tengo un nieto… ¡qué bueno que me lo preguntas! Fíjate que llegué a pensar que me iba ir de esta vida sin conocer a mis nietos, pero, gracias a Dios, espero pronto ir a la Ciudad de México. Quiero ir a celebrar su nacimiento, curiosamente, fue en un día de Halloween…

- EC: ¿Será Enrique II?, porque tu hijo se llama Vadhir.

- EB: Mi nieto se llama Iker Enrique, va a cumplir su primer año de vida. Un niño muy listo, ya da sus primeros pasos… ¡un bebé hermoso!

- EC: No me digas que serás un abuelo alcahuete…

- EB: Ja, ja, ja… ¡el burro hablando de orejas!, mira que, tú no cantas mal las rancheras, todo mundo sabe cuánto quieres a tu nieto Adrián…

- EC: ¿Iker, fue un soberano ¡Zambombazoooo!...?

- EB: Más que un ¡Zambombazo!, un verdadero tsunami celestial.

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- EC: ¡Vaya que estás muy emocionado con tu primer nieto…!

- EB: Fíjate que me fui de rodillas hasta la Villa de Guadalupe para darle gracias a Dios y a la Virgencita morena, que el niño no se parece nada a mí. Este niño sí que está hermoso, salió igualito a la mamá y a su papá.

- EC: ¿Cómo le haces para no perder esa sencillez y conservar ese excelente sentido del humor?

- EB: Muchas gracias por tus palabras totalmente inmerecidas, simplemente… ¡soy tal cual! Soy un hombre que ha trabajado mucho, nadie me ha regalado nada…

- EC: La verdad, admiro esa energía que transmites… hasta haces comerciales de televisión…

-EB: Si te contara, me aventé hacer comerciales para las empresas más importantes como Coca Cola, Pepsi y hasta para McDonald's y Subway, en fin…

- EC: Seguro que sábados y domingos vendes tacos mexicanos en Miami, afuera de tu casa…

- EB: No es mala idea la que me acabas de dar ¡eh! He sido un hombre bendecido por el cielo y afortunado para que, a estas alturas de mi edad, se fijen en mi persona y me contraten para hacer este tipo de comerciales.

- EC: No te puedes quejar, tu ronca voz se inmortalizó con los juegos de futbol en XBOX…

- EB: Esa es otra bendición… ¡Déjame contarte esa curiosa anécdota! Resulta que en Argentina '78, al final de la Copa Mundial, don Emilio Azcárraga Milmo nos reunió a todo el equipo de Televisa en una cena que nos organizó…

- EC: ¿Los reunió para regañarlos, porque “El Tigre” era algo especial…?

- EB: ¡Nooo!, estando sentados a la mesa, listos para cenar, de pronto, Fernando Luengas se levanta y le dice… 'Jefe, nos fue mucho muy bien, ya nos merecemos un aumento de sueldo'.

- EC: ¡Sopas!!, ¿qué le respondió “El Tigre”?

- EB: “Miren muchachos, yo tengo mucha más lana que todos ustedes, pero yo ya me voy a morir y nadie se va a acordar de mí… ¡pero ustedes son inmortales!, sus hijos y nietos estarán jugando futbol en videojuegos, y uno de ustedes, será esa voz”

- EC: Woow, no cabe duda que el señor Azcárraga era visionario… ¿Pero sí les dio el aumento?

- EB: Sí, la verdad es que sí, don Emilio Azcárraga era muy generoso. Pero volviendo a esa mención que me haces de los juegos en XBOX, y subrayas como una “supuesta popularidad” de tu servidor, digamos que creció mucho entre los niños y adolescentes por el convenio que hice con EA Sports y FIFA. Me imagino que tus hijos y tu nieto lo jugaron. No dudo ni tantito, que muchísimos chavos lo han jugado. A propósito, si nos queda tiempo, ¿te puedo contar una anécdota al respecto?

- EC: Por supuesto que sí… ¡venga!!

- EB: Un día, estaba en Radio Fórmula con un gran amigo, con quien tuve el honor y privilegio de compartir micrófonos, el inolvidable Ricardo Rocha que, lamentablemente, se nos adelantó en el camino de la vida. Un hombre que se dio a querer por su sencillez, un gran brother y tremendo periodista. El gran Richard, me invitó para que me hiciera cargo de la sección de deportes dentro de su programa y me atreví a bautizar ese espacio como “Radio Fórmula triple EEE…”

- EC: ¿Por qué?

- EB: Porque estábamos el también querido Enrique Burak, Edgar Valero y tu servilleta…

- EC: Después de esta aportación cultural… ¿Y la anécdota?

- EB: Ja, ja, ja. Resulta que estábamos platicando con Ricardo Rocha, y que llega…

- EC: ¿Quién llegó?... ¡ya no la hagas de emoción…!!

- EB: Quien, hasta hace un mes, era el presidente de México

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- EC: ¿Y qué demonios tenía que hacer en un programa de deportes…?

- EB: Es que Ricardo Rocha lo iba a entrevistar, bueno, pues el invitado de Rocha entra a la cabina y me lo presenta Ricardo, pero cuando me ve, me dice… ¡Usted, ya me tiene harto!

- EC: ¡Tómala!... ¿Así a quemarropa? ¿Qué le habías hecho al entonces candidato presidencial?

- EB: Nada. Es más, ni lo conocía personalmente…

- EC: ¿Qué sentiste cuando te dijo eso?

- EB: ¡A lo Mero Macho!, me sacó de onda y le digo: Señor candidato, ¿por qué me dice eso, si yo no lo conocía personalmente? Lo más chistoso, con una sonrisa me dice: “Si le digo eso, es que mis hijos se la pasan todo el tiempo jugando FIFA todo el día, así es que lo escucho a usted mañana, tarde y noche… y la verdad, ¡ya me tiene harto!

- EC: ¿Le gruñiste y enseñaste los dientes como buen “perro”?

- EB: Ja, ja, ja, para nada, entendí la “ocurrencia” del entonces candidato presidencial.

- EC: ¿Cómo le haces para aparentar mucha menos edad? No representas esos exitosos 74 años

- EB: Muchas gracias querido Edmundo, pero hago mucho ejercicio, me subo un par de horas a la bicicleta fija, luego, otra hora de pesas ejercitando piernas, hombros, pecho, bíceps, etcétera. Hago mucho ejercicio, es lo que me mantiene en buena forma. Aprovecho esta deliciosa entrevista para recomendarles, no solamente a las personas de mi edad, sino que todos deben hacer mucho ejercicio, porque cuando ya no lo hacen, es cuando el cuerpo se empieza a morir.

- EC: Con esa confianza que me dispensas y el respeto que me mereces ¿alguna vez la regaste estando “al aire”?

- EB: ¡Sí!, como todos. Claro que la he regado muchas veces. Todo mundo la “cajeteamos” y hasta regamos el tepache bien gacho… Y la he “cajeteado” varias veces y no solo una…

- EC: Cuéntame una de esas veces…

- EB: ¡Va!, estábamos “al aire”, en un partido del América me equivoqué con el nombre de un jugador que había metido un gol… ¡uff!, regué el tepache muy gacho y cosas como esas…

- EC: Nadie es perfecto…

- EB: ¡Exacto!, no hay perfección en la vida. El ser humano es imperfecto por naturaleza.

- EC: ¿Qué duele más, meter la pata “al aire” o tener que ofrecer disculpas?

- EB: A Enrique Bermúdez, nunca le ha dolido tener que ofrecer disculpas “al aire”. Si no tienes humildad para ofrecer disculpas, estás completamente fregado. El ser humano debe tener esa humildad para saber reconocer sus errores y ofrecer disculpas.

- EC: Insisto, ¿duele meter la pata?

- EB: ¡Claro que duele!, y mucho más, porque daña directamente ese “ego” que todos defendemos a capa y espada por así decirlo, defendemos a ese “argentino” que todos cargamos muy adentro… ¡claro que duele!

- EC: ¿De todos los medios en los que te has desenvuelto exitosamente, ¿cuál es tu preferido?

- EB: La comunicación en general, porque… ¿Quién demonios es Enrique Bermúdez para menospreciar a tal o cual? No, mi querido amigo, todos los medios sean impresos, electrónicos o digitales, merecen toda mi admiración y respeto. Aunque debo ser muy honesto contigo, la radio y la televisión tienen algo que me atrapan, que no quiere decir que sean mis “consentidos” Como bien lo señalas, también he tenido ese honor de participar en diarios como el 8 Columna de Guadalajara y EL NORTE de Monterrey…

- EC: ¿…desde tus años “mozos”?

- EB: Pues ya no tan “mozos”, pero también tuve el privilegio de escribir en el entonces impactante diario deportivo como lo fue Ovaciones, con una columna, pero, honestamente, no es lo mío, porque no soy nada bueno para saber redactar bien y como merecen los millones de lectores que tiene la prensa escrita…

- EC: ¿Escribes como hablas?

- EB: ¡Esa es una gran verdad!, pero no es mi fuerte, sino que me siento más cómodo en la comunicación hablada.

- EC: ¿No es lo mismo comer pinole y chiflar?

- EB: Ja, ja, ja, cada quien tiene trazado su destino...

- EC: ¿Qué sentiste cuando te conviertes en papá y nace tu primer hijo Vadhir?

- EB: Fue algo así como si hubiera gritado el primer gol de mi vida… ¡Que bonita pregunta!, sin lugar a dudas, fue la emoción más grande de mi vida en ese momento…

- EC: ¿Cuántas emociones espectaculares te ha tocado vivir?

- EB: ¡Uff! Una de las primeras grandes emociones, sin lugar a dudas, fue cuando narré mi primera Copa Mundial en Argentina 78. Pero en el aspecto estrictamente personal, fue cuando me casé con mi esposa Leticia. Indiscutiblemente, el nacimiento de un hijo es una emoción mucho muy especial. Sobre todo, cuando nació Vadhir, que llegó bajo un método psicoprofiláctico, es decir, recibió al bebé sin necesidad de anestesia, lo cual, resultó ser una bendición total, para lograr eso, tuvimos que acoplarnos a una preparación durante cuatro meses de sesiones y una eminente doctora especializada.

- EC: ¿Estuviste presente en el parto?

- EB: ¡Sí!, lo vi nacer y hasta lloré de emoción cunado me lo depositaron en mis manos. Así es que tuve el honor de cargar a mi hijo, antes que mi esposa. Fue una emoción indescriptible, que, mira, me tienes con la voz entrecortada al recordar esa hermosa experiencia.

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- EC: Eres un extraordinario ser humano…

- EB: Déjame contarte que, ahí mismo, nos llevamos un gran susto…

- EC: ¿Qué sucedió…?

- EB: Tenia escasas 24 horas de haber nacido mi hijo, cuando una enfermera que tenía que atender cuneros de los recién nacidos, los dejó solos y resulta que mi hijo se volteó boca abajo y se bronco aspiró, con el peligro de morir por asfixia… Me di cuenta de lo sucedido y llamé de inmediato a los médicos y lo pasan al área de terapia intensiva durante dos días en lo que se recuperaba. Ahí me tenías durante esos dos días las 24 horas sin dormir, vigilando que mi hijo estuviera bien. Gracias a Dios, todo salió bien.

- EC: Eres un ser bendecido…

- EB: En esos momentos, fue cuando pude percibir esa energía divina y la grandeza de Dios en momentos como el que te acabo de narrar

- EC: ¿Hoy en día, qué hace tu hijo?

- EB: Actualmente, también es narrador, comentarista y locutor en Televisa, empieza hacer sus pininos. No es porque sea mi hijo, pero he visto que es muy bueno en lo que hace y muy inteligente, dominando a la perfección el inglés…

- EC: Hijo de tigre… ¡pintito!

- EB: ¡No hombre!, está mil veces mejor preparado que yo.

- EC: Querido Enrique, son otros tiempos…

- EB: Pues será el sereno, pero mi hijo es muy bueno…

- EC: A lo largo de esta amena conversación, has citado varias veces a Dios… ¿Cómo es el Dios de Enrique Bermúdez?

- EB: Nuestro Señor Jesucristo, un hombre justo y que vino a darnos su bendita vida y morir por nosotros, derramando su sangre, siendo torturado, brutalmente golpeado, pero él, ya sabía que eso tenía que suceder y ofrece su vida por la salvación de nosotros. Es un Dios bueno y justo, toda verdad, un Dios que además nos da vida eterna, si es que permanecemos en esa fe y sabemos comportarnos acorde al mensaje y a la conducta que nos enseñó.

- EC: Con ese Dios bondadoso… ¿Qué demonios sucede en México, con un país bañado en sangre y con una desatada criminalidad como nunca la habíamos vivido? ¿Se han perdido esos valores? ¿Estamos haciendo mal la tarea?

-EB: Totalmente mal y equívoca. Acuérdate que hay un Dios, pero, también, existe un maligno y ese ser siniestro de las tinieblas, Luzbel, el demonio. Una permanente lucha entre el bien y el mal, lo cual, ha existido durante toda la vida de este planeta y que, ahora, está muchísimo más marcada.

- EC: ¿Tú crees que estemos cerca del final del mundo, de acuerdo a las profecías?

- EB: Eso es lo que argumentan varios pastores, pero eso únicamente lo sabe Dios. Indudablemente y como bien lo apuntas, existen varias señales en el Apocalipsis que han predicho terremotos, con generaciones totalmente distanciadas y enfrentándose entre sí, padres contra hijos y viceversa… ¡y lo estamos viviendo!

- EC: A lo Mero Macho, insisto ¿Se han perdido los valores morales?

- EB: Yo respeto mucho la sana convivencia entre géneros, aunque de acuerdo como fui educado, para mí, concuerdo que la pareja hombre/mujer es lo único que nos permitirá la preservación de la humanidad. Es una tristeza que existan familias disfuncionales y se pierdan esos valores, lo más peligroso para la sociedad y la humanidad en general.

- EC: Con el respeto que te tengo, ¿Si tu hijo hubiera tenido una preferencia sexual diferente, lo hubieras aceptado tal cual y lo amarías igual?

- EB: ¡Vaya pregunta, por supuesto! Lo hubiera aceptado tal cual, desde luego que sí. Es más, le demostraría mi amor con mayor intensidad para que no se hubiera sentido rechazado.

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- EC: Un cronista y narrador deportivo tan prestigiado como tú… ¿Nace o se hace?

- EB: No, no nace… ¡indiscutiblemente que te haces!, y se logra solamente a base de mucho trabajo y entrega.

- EC: La vida ha sido muy generosa contigo…

- EB: En efecto, heredé los genes de una voz portentosa como la tenía mi padre y de mi tío Sergio Beauregard, así como las enseñanzas de un magnífico locutor llamado Antonio Morales. Actualmente tengo una prima hermana que es una magnífica locutora y hace muchos comerciales, así como lo fueron mis primas hermanas Lucy y Lorena Beauregard -qepd-, que eran locutoras de Canal 13. Tu pregunta me parece muy interesante e inteligente. Naces con “genes” que te heredan tus familiares en línea directa, pero recalco, te haces a base de esfuerzo, de preparación y de mucha, pero mucha chamba.

- EC: ¿A cuántos afortunados les llega el “Maná” del cielo?

- EB: ¡Uff!, muy pocos y me siento muy orgulloso poder contarme entre esos “afortunados” como bien le llamas. No hay de otra mi querido Edmundo, hay que chambear muy duro para logar tus objetivos.

- EC: André Marín, que en paz descanse, se expresaba muy bien de ti…

- EB: Qué sorpresa me estás dando, pero con André Marín, llegamos a tener “ciertos piques”, laboralmente hablando, una cierta rivalidad que, por poco, un día, nos íbamos a agarrar a “trompones…”

- EC: ¿Cómo sucedió eso?

- EB: Estando en Colombia, pero no pasó a mayores. Mejor déjame compartirte una hermosa anécdota que tuve con él…

- EC: ¡Venga!

- EB: Cuando mi hijo Vadhir tenía 15 años de edad, presentó un cuadro de diabetes juvenil, un padecimiento “hereditario” por parte de mi abuela, entonces con el paso del tiempo, perdió un riñón y mi esposa se lo cedió. En eso, causándome una enorme sorpresa, llegó André Marín al hospital en donde estábamos junto con su esposa, con un ramo de flores y se lo entregó a mi esposa, como muestra de un fraterno y solidario saludo…

- EC: Qué hermoso detalle…

- EB: Sí, la verdad es que sí, no obstante que André Marín todavía formaba parte de las filas de cronistas deportivos de TV Azteca, además, lo que más me conmovió, es que ninguno de mis amigos y compañeros de Televisa fue al hospital a visitar a mi hijo y… ¡André Marín lo hizo!!

- EC: ¿Y después, cómo siguió la amistad con André Marín?

- EB: Tuvimos una relación de buenos amigos, muy humana y muy buena. Era un extraordinario ser humano. Aunque en las narraciones que hacía, era bastante “picosito”, pero se entendía, traía la herencia de su “mentor” José Ramón Fernández. Un estilo y sello muy de ellos.

- EC: No cabe duda, que en el cielo ya tienes quienes hablarán maravillas de ti…

- EB: Hablando de los amigos que ya se fueron, mi querido Paco Villa, con quien éramos “brothers del alma”.

- EC: Ya que lo mencionaste, ¿Cómo te llevaste con José Ramón Fernández?

- EB: Teníamos fricciones muy fuertes porque en aquel tiempo, la verdad es que, sí existía una verdadera y tremenda lucha entre Televisa e Imevisión, todavía no nacía TV Azteca.

- EC: ¿Era una lucha feroz por ganar televidentes?

- EB: Sí, pero, sobre todo, el famoso “rating”. Con decirte que, varias veces, estuvimos a punto de llegar a los golpes. Joserra, agredía muchísimo frente a las cámaras y micrófonos…

- EC: ¿Y ustedes, unas “blancas palomas”?

- EB: No “blancas palomas” como lo dices, pero, sí, mucho más tranquilos, pero esa era nuestra política en la empresa.

- EC: ¿Y ahora, que ambos ya están retirados?

- EB: Cuando me lo he encontrado por ahí, nos saludamos con mucho afecto y respeto, vamos, me llevo muy bien con él…

- EC: ¿No hay esa resaca de rencor?

- EB: ¡No, claro que no!, ambos nos respetamos y nos damos un abrazo lleno de afecto. De hecho, ahora que hice mi anuncio que me retiraba de Televisa/Univision, en sus redes sociales, puso un mensaje muy emotivo para mí, que de inmediato, tuvo casi poco más de cien mil “likes”, me gustó mucho lo que escribió y le contesté de igual forma.

- EC: ¿Amigos para siempre?

- EB: Los dos ya estamos bastantes mayorcitos de edad, creo que, quizás, Joserra me llevará como cuatro años de edad, pero somos dos hombres que nos respetamos con mucho afecto y que entendemos que, en aquellas épocas, era una lucha o un “pique” por lograr más adeptos pero al final, ambos, somos comunicadores profesionales.

- EC: Recientemente, tuve la oportunidad y satisfacción de entrevistar a Enrique Burak, la verdad, no hay gente que no hable bien de ti ¿Cómo ves a esa nueva generación de cronistas deportivos que hay en lo que fue tu casa por tantos años?

- EB: A mi querido Enrique Burak, creo que le llevo como diez años de edad, agradezco mucho las elogiosas palabras que me dispensó en la entrevista que le hiciste. Trabajamos juntos durante diez años en un programa de Grupo Fórmula, con un éxito tremendo. Me preguntas ¿qué opino de los nuevos comentaristas?, mi respuesta puede parecer muy simple, pero es como en la “Viña del Señor”, es decir, en Televisa, TV Azteca, Imagen Televisión y en cualquiera otra televisora, el día de hoy, existen muy buenos cronistas, medianos cronistas, pero, también, muy malos cronistas.

- EC: ¿En lugar de progresar, se han quedado estancados?

- EB: No, para nada. En mi tiempo, también sucedía lo mismo. Éramos cronistas más o menos regulares, como también estaban los que eran muy buenos y hasta los malos… Eso no cambia mi querido Edmundo.

- EC: Pero ahora, existen mayores adelantos de tecnología, que en tu tiempo… ¡no los tuviste!

- EB: Pues sí. Hoy, estos nuevos comunicadores y cronistas tienen a su favor una vertiginosa evolución tecnológica. Recuerdo que teníamos que sufrir para documentarnos para narrar un partido de Brasil contra Irak. Teníamos que ir a la biblioteca, a la Hemeroteca Nacional y hasta consultar revistas para enriquecer los datos. Hoy, estos jóvenes tienen en la palma de su mano absolutamente todo con un simple “click”, le piden a Google todo lo que quieran saber, y en menos de un par de minutos, tienen todo y sin el mínimo esfuerzo.

- EC: Esa modernidad los convierte en “mañosos”

- EB: Perdóname Edmundo, pero yo no me atrevo juzgar ni faltarle el respeto absolutamente a nadie… En lo único que sí puedo estar de acuerdo contigo, en este aspecto, es que hay muchos chavos que les falta mucha, pero mucha preparación, no se ve que se esfuercen por capacitarse más. Piensan que estar frente a las cámaras o micrófonos, de lo único que se trata es golpear y golpear nada más porque sí.

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- EC: ¿Cuál es el concepto que siempre has tenido sobre el periodismo, en cualquiera de sus facetas?

- EB: ¡Esa pregunta me gusta! El periodismo para mí, es hacerlo, eminentemente con una ética profesional y un respeto absoluto, tal y como lo hace EL UNIVERSAL. No se trata de agredir solo por agredir y sin ninguna base. No puede ser todo negro ni todo blanco, tienen que aprender a diferenciar y mantener ese respeto irrestricto ante los televidentes, los radioescuchas o los lectores.

- EC: Ahora que te encuentras geográficamente un poco apartado de México, porque sé muy bien que lo llevas en tu corazón ¿Qué es lo que más extrañas de la tierra que te vio nacer y triunfar?

- EB: Antes que nada, lo que más extraño es a mi querido hijo Vadhir, que vive ahí, porque mi hija, radica en Nueva York. Mi esposa y tu servidor radicamos en Miami, Florida. Vamos, estoy a la mitad de tiempo de mis dos hijos, son exactamente las mismas horas de vuelo para uno u otro lado. Obvio, también extraño a mis parientes, a mis hermanos, a mis primos, en fin, a toda la familia.

- EC: Tú, te has caracterizado por ser un gran amigo de tus amigos…

- EB: Muchas gracias Edmundo, los amigos es el mayor tesoro que cualquier ser humano puede guardar.

- EC: ¿Y la comida mexicana?

- EB: ¡Uff!, no sabes cómo la añoro. Esos fantásticos y deliciosos chiles en nogada; el mole rojo de Puebla y también el negro de Oaxaca. Los tacos de carnitas, el chicharrón en salsa verde… Ni como olvidar los chilaquiles rojos con una costilla… ¡Ya me abriste el apetito!

- EC: ¿Allá no encuentras esa comida?

- EB: Sí, pero no tan sabrosa como la preparan en mi México del alma. Son cosas que se acentúan, sin lugar a dudas…

- EC: Ahora sí, como dice Alejandro Sanz… ¡tienes el corazón partido!

- EB: Si, por supuesto que sí, tengo el corazón partido, pero así es la vida.

- EC: ¿Cómo te tratan allá?

- EB: Debo confesarte que me siento muy agradecido con este país, porque me han brindado un trato muy decoroso…

- EC: Es que hay Enrique Bermúdez para rato…

- EB: Eso, solamente lo sabe el jefe de “allá arriba”

- EC: Mi estimado Enrique ¿Qué sientes ser entrevistado?

- EB: Me siento muy sorprendido y agradecido porque es una entrevista totalmente diferente a las muchas que me habían hecho. Jamás, se habían preocupado por tocar tantos temas tan personales y con ese respeto que lo hiciste. Me llevaste a recordar cosas tan bellas de mi infancia y adolescencia. ¡Me gustó mucho y fue muy padre! Reconozco tu profesionalismo y agradezco mucho a EL UNIVERSAL la oportunidad. Este tipo de entrevistas de semblanza, la verdad, es que ya no se hacen, además, tu estilo es único… A lo Mero Macho, ja, ja. ja.

- EC: Antes de despedirnos, agradeciéndote tu tiempo y paciencia ¿Qué opinas acerca de que, en toda la historia del país, México tenga, por primera vez, tenga una mujer en la silla presidencial?

- EB: Te voy a transmitir lo que escribí en mis redes sociales y para ser coherente. El primero de octubre pasado, fue un día histórico para México, por primera vez… ¡Una mujer es Presidenta! Claudia Sheinbaum, una mujer inteligente y deseo que luche por las clases más desprotegidas, pero también, por todos los demás. Deseo de todo corazón, que erradique ese ambiente de odio y rivalidad que existe entre chairos y fifís. Todos juntos, debemos luchar por un México en todos seamos iguales.

- EC: Querido Amigo, de verdad, muchas gracias por tu tiempo…

- EB: Que no se diga más, cuando vaya a la Ciudad de México, te prometo que te busco y nos vamos a comer, con una sola condición, que también nos acompañe en la mesa tu nieto Adrián, muchas gracias porque estuvo al pendiente en los momentos que nos falló la conexión de internet. Un abrazo, que Dios bendiga siempre a la gran familia de EL UNIVERSAL.

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