El Mallorca se reencontró con la victoria siete jornadas después en Balaídos, donde volvió a ganar a domicilio (0-1) tras cinco meses sin conseguirlo para dejar encarrilada su permanencia en LaLiga con un tanto de Amath en el primer tiempo y un notable trabajo defensivo en el segundo, cuando más atacó el Celta, que rozó el empate en la recta final con un disparo del internacional peruano Renato Tapia que se estrelló en el larguero.
El orden del Mallorca y su velocidad en las transiciones colapsaron al Celta, desconocido en el primer tiempo, sin creación en el centro del campo y muy débil en los laterales. Fueron los peores 45 minutos desde que el portugués Carlos Carvalhal asumió el mando del equipo celeste.
El Celta había firmado un mal partido en el Sánchez-Pizjuán, donde rescató un punto ante el Sevilla en la recta final pese a jugar más de una hora con un futbolista más, y esos malos síntomas se repitieron ante un Mallorca al que no amenazó hasta el segundo tiempo.
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El equipo de Javier Aguirre brilló a nivel defensivo con un sistema 5-4-1 que ahogó a los jugadores creativos del Celta. No hubo ninguna señal futbolística de los celestes. Las ocasiones más claras fueron del Mallorca, todas ellas en las botas del senegalés Amath Ndiaye, que pudo abrir el marcador al cuarto de hora, tras un gran pase de Lee Kang-In, pero su remate se marchó demasiado cruzado.
No reaccionó el equipo de Carvalhal, desesperado en el banquillo. El Mallorca buscó el error rival para generar peligro. Y tuvo éxito. Una falta de entendimiento entre el portero Iván Villar y el central Unai Núñez permitió a Amath enmendar su fallo anterior.
No hubo forma de que el Celta despertara. Tuvo el balón, pero no tiró entre los tres palos. Y respiró cuando, sobrepasada la media hora de juego, el goleador Amath volvió a mandar fuera un disparo dentro del área pequeña.
A Carvalhal no le dio resultado la apuesta por el joven Miguel Rodríguez y movió ficha en el descanso. Carles Pérez, que había sido duda hasta última hora, entró en el terreno de juego. También el portugués Gonçalo Paciencia por un desaparecido Seferovic. Un aviso para el joven Jorgen Strand Larsen, el fichaje estrella del verano al que dio 30 minutos.
El Celta imprimió una marcha más a su juego tras el paso por los vestuarios. Tuvo el balón y encerró al Mallorca, pero continuó sin generar ocasiones peligrosas. El portero serbio Rajkovic era un espectador más.
Los visitantes renunciaron al ataque y el dominio celeste se hizo aplastante con el paso de los minutos. Carvalhal continuó buscando soluciones. Cervi y Larsen entraron en el campo por Javi Galán y Gabri Veiga, dos cambios muy ofensivos. Tampoco funcionaron y el técnico portugués agotó sus recursos con la entrada del internacional peruano Renato Tapia, que tuvo el empate en el minuto 81 pero su potente disparo desde la frontal se estrelló en el larguero.
El Celta, que llevaba siete partidos sin perder, continuó acosando y colgando balones en el área del Mallorca, pero ese no es su fútbol.