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Miguel Herrera aceptó que, cuando tuvo a Henry Martín en los Xolos de Tijuana, vio un enorme potencial en el ahora delantero mexicano, pero un problema importante le impedía crecer: todos los balones le rebotaban.
Por ello, el "Piojo" lo llamó "patas de raqueta" y empezó a trabajar con él para que puliera su técnica y creciera futbolísticamente.
“Cuando llegué a Xolos en la primera etapa, veía un potencial enorme en ese muchacho. La bronca es que a él (Henry) le rebotaba la pelota más que al cemento, salía para todos lados cuando la quería controlar, pero tenía una actitud extraordinaria”, contó Herrera a La Última Palabra de FOX Sports.
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“Le pedí a mis auxiliares que trabajaran mucho con él, que lo entrenaran como a los porteros, poniéndole agua sobre el césped para que la pelota patinara y él aprendiera a controlarla con todo su cuerpo. Trabajamos mucho con él y su éxito es que sí hacía caso, siempre quería trabajar, incluso cuando le decía que era día de descanso, él me pedía trabajar más”, agregó.
Después, cuando llegó al América, la directiva no estaba del todo de acuerdo en quedarse con el goleador mexicano.
“Ya en América, a regañadientes Culebro y Baños me decían: ‘Es que nos pide un dineral’ (para renovar) y yo les decía: ‘Es el que juega, los otros también cobran un dineral, por qué no se lo quieren dar a él’", sentenció.
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