La Real Sociedad pescó un importante empate a cero en el campo del Betis, un rival directo en la lucha por la cuarta posición de la clasificación, que da derecho a jugar la próxima temporada la Liga de Campeones, por lo que el equipo guipuzcoano mantiene la ventaja de seis puntos sobre el sevillano a falta de siete jornadas para la conclusión del torneo.
Los visitantes empezaron bien pero ya en la segunda parte fueron a remolque de los locales, que buscaron el gol, aunque no estuvieron acertados para ello, con lo que se firmó un empate que, como mal menor para el Betis, le hace ganar el coeficiente particular entre ambos contendientes después de vencer en la primera vuelta 0-2 en San Sebastián.
La derrota de los verdiblancos la pasada semana en Pamplona ante Osasuna (3-2) y el triunfo del equipo txuri-urdin frente al Rayo Vallecano (2-1) hizo que los guipuzcoanos se presentaran en Sevilla con esos seis puntos de ventaja con el sevillano, que, junto al Villarreal, es el que le discute la cuarta plaza de la clasificación.
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El partido se preveía intenso e igualado, pero en el arranque fueron los visitantes los que mejor se situaron en el campo y los que lo intentaron primero sobre la meta rival, en este caso la defendida por el portugués Rui Silva, quien tuvo que estar tanto a los remates de Brais Méndez como del noruego Alexander Sorloth.
También el japonés Take Kubo tuvo una buena opción, pero el lateral izquierdo Juan Miranda se interpuso en la dirección del balón, aunque ello daba una idea de que la Real salió muy dispuesta y que el Betis no encontraba fluidez con Sergio Canales de enganche con Ayoze Pérez, este martes el jugador más adelantado al quedarse Borja Iglesias de inicio en el banquillo.
Tardaron casi media hora los locales en que interviniera el portero Alex Remiro, tras un remate envenenado de Aitor Ruibal, y además la pausa de hidratación le sirvió a Pellegrini para dar algunas instrucciones con la que se viera más equilibrio en el césped, algo que el chileno logró porque su equipo empezó a presionar adelantado y con ello a que el rival no lo viera ya tan claro.
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En la segunda parte, el preparador del Betis metió de inicio a Borja Iglesias y al brasileño Luiz Henrique y dejó fuera al mexicano Andrés Guardado y Rodri Sánchez, con lo que intentó más movilidad por las bandas para darle juego a un delantero centro puro, como es el punta gallego.
La formación sevillana fue en este periodo la que llevó la iniciativa y gozó de ocasiones para poner el 1-0, con lo que Alguacil también movió el banquillo para recomponer un esquema que estaba siendo superado por el adversario, por lo que la pausa de hidratación le pudo venir ahora mejor al conjunto donostiarra.
De ahí hasta el final, el Betis lo intento, pero siempre precipitado y sin precisión ante un rival que supo jugar los últimos minutos sin pasar grandes apuros.