Que si Lothar Matthaus, que si Rafa Márquez, que si Andrés Guardado.
No señores, sólo hay un Cinco Copas, el primero fue Antonio Carbajal, el primer ser humano en jugar cinco Copas del Mundo.
Y ese hecho lo cumplió el 19 de julio de 1966, nada menos que en el mítico estadio de Wembley, en el Mundial de Inglaterra.
Ese día la Tota se volvió el Cinco Copas.
En esa Copa del Mundo, el equipo dirigido por Ignacio Trelles estaba formado en su mayoría por jugadores del Guadalajara, del llamado Campeonísimo.
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Y en la portería, ya no estaba Antonio Carbajal, como lo había estado en los pasados cuatro Mundiales. Nacho Trelles había preferido al portero de moda; a Ignacio el Cuate Calderón, del Guadalajara.
Pero el destino hizo que cumpliera con su mandato.
Los juegos contra Inglaterra y Francia fueron atajados por Calderón, "pero le fue mal... así que se volvieron a fijar en mí", dijo don Antonio en una entrevista a EL UNIVERSAL Deportes.
El rival: Uruguay. "No fue nada fácil. Debimos ganar, pero su portero (Ladislao Mazurkiewicz), para todo lo que le enviamos”.
No fue un juego de homenaje para la Tota, tuvo mucho trabajo. "Claro, pues era Uruguay”.
Y además en Londres, como siempre, llovía, “bueno, siempre llueve en Londres. Y yo no usaba guantes, porque don Antonio López Herranz [jefe de la delegación mexicana], decía: 'Gato con guante no gana ratón'”.
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Pero llovía mucho, demasiado y el guardameta suplente de Inglaterra, Ron Springett, “me prestó los suyos… Y ahí me los puse, pero no me sentía cómodo. A la primera jugada con todo mojado solté la pelota y casi me anotan. Despejé, me quité los guantes, se los aventé y le grité: ‘Aquí están tus chingaderas'. Me fue mejor sin ellos".
Sí, mucho mejor. La Tota se fue con el arco invicto, empate a cero, en su último partido como mundialista y como profesional.
"Ahí decidí decir adiós. Me quité el suéter, se lo di a Guillermo Cañedo y me fui".
Y se volvió en el Cinco Copas.