Las derrotas frente al América y el Guadalajara —en jornadas consecutivas— son filosas dagas que todavía laceran los corazones de sangre azul, pero el futbol da otra oportunidad de oro a La Máquina.
Esta noche, los dirigidos por Ricardo Ferretti reciben al Santos Laguna, con el control de su destino en las manos.
Si el Cruz Azul vence a los Guerreros, culminará la fase regular del Clausura 2023 en el octavo puesto de la clasificación, el último que ofrece la posibilidad de ser local en el repechaje, lo cual representa una importante ventaja, ya que esa ronda se disputa a un juego.
LEE TAMBIÉN: Checo Pérez explota contra las carreras sprint: “Es más show que deporte, la F1 debe tener cuidado”
El problema viene si no es capaz de derrotar a un equipo que presentará al uruguayo Pablo Repetto como su nuevo estratega, tras la salida del mexicano Eduardo Fentanes.
En caso de que hoy se presente un empate en la cancha del Estadio Azteca, los celestes llegarán a 22 unidades y caerán al noveno sitio si el Atlas derrotó al Atlético de San Luis un par de horas antes.
Y, en automático, su rival en la reclasificación serían los Zorros, en Guadalajara.
De hecho, ese partido en el estadio Alfonso Lastras será muy importante para La Máquina, que podría pisar el histórico césped de Santa Úrsula con la certeza de que un punto le basta para garantizar el octavo peldaño y la localía en la repesca, siempre y cuando los Rojinegros sean incapaces de imponerse a los potosinos.
El panorama se tornaría muy oscuro si liga otra derrota, ya que automáticamente sería visitante en la primera fase de la Liguilla, porque —de entrada— el propio Santos Laguna le superaría en la tabla, pero también podría hacerlo el Atlas y hasta los Pumas.
Es por eso que el Cruz Azul debe aprovechar la nueva oportunidad que el futbol le obsequia, más allá del dolor.