La mejor forma de dar vuelta a la página del enojo y decepción que hay en el Guadalajara por la salida de Fernando Gago es con victorias, y el Rebaño Sagrado ya logró la primera en el debut de Arturo Ortega como técnico interino. Ahora, debe mantenerse fuerte en la recta final del torneo y recuperar la fortaleza de local, contra el Necaxa.
Después de cortar la racha de tres partidos consecutivos sin ganar, el nuevo entrenador confesó que se encontró “un grupo fuerte y unido, con ganas de poner a Chivas donde se merece”. Por eso, están obligados a vencer a unos Rayos que perdieron la chispa y están en la posición 11 de la tabla, con 13 puntos, fuera de zona de Play-In y con cinco jornadas al hilo sin conocer la victoria.
Las Chivas llegan a este compromiso en el octavo lugar de la tabla, con 18 unidades, y la misión de acercarse a la zona de clasificación directa, que es el primer objetivo en esta temporada.
A pesar de no contar con Javier Hernández, Érick Gutiérrez, Armando González y posiblemente Gilberto Sepúlveda, Ortega sonríe ante los regresos de Cade Cowell y Víctor Guzmán. Además, Roberto Alvarado vive uno de sus mejores momentos como rojiblanco, con cinco goles y cuatro asistencias en los más recientes ocho partidos.
Después del tropiezo en el clásico tapatío, las Chivas están en deuda con su afición en el estadio Akron, donde tienen un dominio aplastante sobre su siguiente rival.
En los últimos 18 años, los Rayos tienen solamente una victoria visitando al Rebaño Sagrado.
Además, el Necaxa es de los peores equipos de visita en el Apertura 2024; de sus 13 puntos conseguidos, solamente tres los sumó fuera de Aguascalientes. Por el contrario, las Chivas lograron 11 de sus 18 unidades en casa.