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Si Sergio Pérez pensó que tener una irregular temporada en la Fórmula 1 mermaría el apoyo que suele recibir cuando arriba a su país para correr el Gran Premio de México, estaba muy equivocado.
Una multitud estuvo ayer a un costado del Museo Soumaya para presenciar la conferencia de prensa que dio el tapatío, en la que reveló el casco que usará el fin de semana y respondió algunos cuestionamientos a la prensa, entre ellos el de su futuro inmediato, del que señaló: “Tengo contrato con Red Bull [hasta 2026] y lo pienso cumplir”.
Pérez subió al escenario cerca de las 9 de la mañana, cuando el lugar ya era una auténtica locura.
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Carteles con mensajes, autos a escala, Checos de cartón, gritos, cánticos y apoyo, fue lo primero que escuchó el nacido en Guadalajara al subir por la escalera que lo llevó del sótano de la plaza comercial a la explanada, donde tomó el micrófono para agradecerle a cada uno de los presentes por su respaldo.
Luego de casi una hora, Pérez volvió a descender por la escalera, para luego subir por el elevador hasta el roof garden y ahí, junto a Max Verstappen, “dirigió” al par de equipos que jugó una cascarita, en la que estuvieron personalidades como los exjugadores Joaquín Beltrán, Jorge Campos, Oribe Peralta, Moisés Muñoz y Miguel Layún, además de Arturo Elías Ayub, Carlos Slim Domit e incluso el técnico del Pachuca, Guillermo Almada.
Algunos aficionados aprovecharon para —desde las ventanas de sus edificios— grabar, gritarles y buscar autógrafos de los dos pilotos que forman Red Bull desde 2021.
Más tarde, con mucha gente aún en el centro comercial, los protagonistas de la Fórmula 1 abandonaron el lugar.
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