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Bakú.— Esta vez no aparecieron tantas lágrimas, pero sí esa enorme sonrisa y la infaltable bandera mexicana, que es la reina en el Gran Premio de Azerbaiyán.
Sergio Pérez (Red Bull) ganó en el circuito urbano de Bakú, donde relegó al segundo puesto a su compañero Max Verstappen. Charles Leclerc (Ferrari) completó el podio.
Checo logró su sexta victoria en la Fórmula Uno, segunda del año y segunda en Azerbaiyán, donde ha subido cinco veces al podio (siete ediciones).
“Nos salieron bien las cosas”, aseguró el tapatío. “Nos mantuvimos en el tren del DRS y tuvimos mejor degradación en la primera tanda de neumáticos, en la que la cosa ya pintaba bien. Luego salió el Safety Car y ya fue otra carrera, con los neumáticos duros”.
Pérez completó un fantástico fin de semana en la exrepública soviética, ya que el sábado se impuso en la primera prueba sprint de la temporada y ayer vio antes que nadie la bandera a cuadros, pese a que en ninguna de las dos competencias largó primero.
Con estos fructíferos días, el mexicano se colocó a sólo seis puntos de Verstappen, en la lucha por el título de pilotos.
“Ha estado muy apretado entre nosotros”, reconoció Checo, cuya siguiente parada es Miami, el domingo.
